Pocas veces se produce una situación tan anómala en el equipo europeo de la Ryder Cup como la ocurrida este fin de semana. Detrás del pleno de golfistas suecos en los dos torneos disputados a ambos lados del Atlántico, se esconde que ninguno de los dos agraciados son miembros del Circuito, y, por lo tanto, elegibles para el enfrentamiento bienal contra los estadounidenses de octubre.
Sin embargo, más allá del kilométrico putt de birdie desde más de nueve metros que salvó a Richard S. Johnson (ANZ Championship de 2002, US Bank Championship in Milwaukee de 2008) de un playoff con el argentino Rafael Echenique y le dio su primer Nordea Scandinavian Masters, y de la remontada del orondo Carl Pettersson (Algarve Open de Portugal de 2002, Wyndham Championship de 2008, resulta más que curioso comprobar una serie de casualidades.
Por un lado, la particular batalla trasatlántica que libraron el italiano Edoardo Molinari y el inglés Luke Donald por la cuarta plaza de la RCWPL, en posesión de este último. Por el otro, las coincidentes trayectorias de los dos jugadores suecos, ganadores de su primer título en Europa en 2002 y su último en el PGA Tour en 2008.»
Separados por menos de trece puntos del ránking mundial, un segundo puesto en solitario del italiano en Estocolmo podría bastarle para adelantar a Luke Donald, si bien el inglés tenía la oportunidad de ampliar diferencias dado el mayor rating del Abierto Canadiense (34 puntos del OWGR, por 26 del Masters sueco).
Continuando con las casualidades, ambos finalizaron en la tercera posición, estirándose levemente el margen por encima de los dieciséis puntos, aunque el menor de los Molinari ha conseguido desbancar a Ian Poulter de la quinta plaza de la RCWPL.
Robert Karlsson (7º) y Fredrik Andersson Hed (11º) fueron los únicos suecos “oficialmente” clasificados en el top 30, lo que les permite mejorar mínimamente su situación en la RCWPL (15º y 34º) y la RCEPL (24º y 23º), para deleite de los más de cuarenta mil aficionados de “pago” (los menores de dieciocho años estaban exentos de pasar por taquilla) que abarrotaron un intempestivo Nordea Scandinavian Masters.
En lo que respecta a los españoles, Rafael Cabrera Bello (24º) y Pablo Martín (34º) fueron los únicos que superaron un corte que se llevó por delante a José Manuel Lara, Carlos Rodiles, Pablo Larrazábal y Carl Suneson. El grancanario asciende un peldaño en la RCEPL (37º).
En el equipo estadounidense de la Ryder Cup, Dean Wilson no pudo resistir el aluvión de birdies del sueco Carl Petterson y acabó entregando un RBC Canadian Open tras desperdiciar una renta de cuatro golpes antes del inicio de la cuarta jornada.
Con el consuelo de un cheque de más de medio millón de dólares y trescientos puntos de la FedEx Cup en el bolsillo, este veterano golfista curtido en el Japan Golf Tour (seis victorias) y cuyo único triunfo en el PGA Tour data del The International de 2006, se sitúa el septuagésimo cuarto en la clasificación de la Ryder Cup.
Matt Kuchar (4º) y Hunter Mahan (17º) son los dos grandes beneficiados de un torneo evitado por la gran mayoría de los golfistas estadounidenses. A falta de tres semanas para que concluya el período de clasificación para el equipo estadounidense de la Ryder Cup, el primero ha conseguido intercambiar posiciones con Tiger Woods, mientras que el segundo progresa hasta la novena plaza, a ciento treinta puntos del californiano, que cierra provisionalmente el equipo.
Por delante ya sólo quedan el The Greenbrier Classic (6.000.000 $), el tercero de los World Golf Championships, el Bridgestone Invitational (8.500.000 $) y el cuarto y último major de la temporada (7.500.000 $), que puntúa doble.
Salvando al clasificadísimo Phil Mickelson (es el único que ha superado la barrera de los cuatro mil y de los cinco mil puntos), y a Steve Stricker, Jim Furyk y Anthony Kim (con pie y medio en el equipo gracias a sus más de tres mil puntos), las cuatro últimas plazas sí parece que puedan peligrar dado el millonario alcance de los tres torneos que restan. Y en el Bridgestone no hay corte, y todos los participantes tienen garantizado un cheque de, al menos, treinta y cinco mil dólares…
Esta semana, el PGA Tour disputa la primera edición del The Greenbrier Classic, torneo que sustituye al desaparecido Buick Open, y que cuenta con la participación de Jim Furyk, J. B. Holmes, Ricky Barnes, Matt Kuchar, Ben Crane, Nick Watney y Jeff Overton, en un antepenúltimo intento de apuntalar (o mejorar) su clasificación Ryder; y con otras figuras internacionales como Sergio García, que comienza en Virginia Occidental su particular triada en suelo estadounidense.
El Circuito Europeo, por su parte, visita tierras irlandesas para un nuevo The 3 Irish Open. Tres millones de euros en premios y el principal atractivo de sus figuras locales (Pádraig Harrington, Graeme McDowell, Rory McIlroy,…) y de un Justin Rose que hará todo lo posible por estar en el Celtic Manor Resort, tras asegurarse su presencia en los playoffs de la FedEx Cup tras una sobresaliente temporada que lo ha llevado a imponerse en dos ocasiones (The Memorial y AT&T National) y colocarse tercero en la FedEx Cup.
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