Una de las historias más mediáticas de los últimos meses ha sido el cambio de Rory McIlroy a Nike Golf, tras pasar todos sus años como profesional con Titleist. Como todos los jugadores de esta marca, abandona también al resto de sus patrocinadores para pasar a tener solo uno. El movimiento del norirlandés no solo ha provocado el enfado de Oakley, uno de sus principales apoyos la pasada campaña y que ha finalizado en forma de demanda. El fabricante estadounidense quiere seguir invirtiendo con fuerza en el mundo del golf y anunció hace poco el fichaje de Zach Johnson, doble ganador en 2012.
El último gran fichaje de este “mercado de invierno” ha sido Bubba Watson, que después de una fructífera relación con el fabricante de ropa Travis Mathew ha fichado también por Oakley. La compañía lo ha confirmado después de que el campeón del último Masters subiera una foto a su cuenta de Twitter vistiendo con su nueva equipación (gafas incluidas). A diferencia del cambio de Rory, no ha sido tan drástico para ambas partes. “Queremos agradecer a Bubba nuestra asociación durante sus tres primeras victorias en el PGA Tour y posteriormente en el Masters. Han sido tres años emocionantes para nosotros y desde la familia que compone Travis Mathew le deseamos lo mejor”, ha declarado la empresa en un comunicado. Cambios para muchos de los mejores del mundo que, probablemente, no serán los únicos.
Deja un comentario