De casta le viene al galgo, pero muchos se preguntan si este galgo superará a su ilustre progenitor. Aún le quedan etapas por cubrir y Haas todavía no se ha estrenado en la Ryder Cup, pero ya tiene en su morral una lucrativa FedEx Cup (aún se recuerda aquel golpe desde el agua en aquel Tour Championship) y cuando está fino apenas hay quien le pueda hacer sombra.
En la tercera vuelta del Northern Trust Open, Haas jugó a otra cosa. Mientras algunos de sus rivales inmediatos se estrellaban (Bae, +5; Westwood, +3; Rollins, +6), el vigente campeón del torneo mostraba su lado más inmisericorde y contundente en un campo que apenas concede respiros con sus greens pétreos. Y eso que su primer birdie llegó ya en el hoyo 5, después de marrar algunas ocasiones de lujo en la primera parte del recorrido, pero luego llegaron cinco y un gran eagle en el hoyo 10. Un 64 estratosférico, imperial, sin fallos, con tres golpes menos que la segunda mejor vuelta del día, una proeza lograda rodeado de gigantes.
«En este juego es difícil separarse del resto de los jugadores. Eso solo lo logran unos cuantos, como Jack Nicklaus, Tiger Woods, Phil Mickelson. Tengo que mantener el ritmo sin dejarme llevar por las emociones», explicaba Haas al final de su vuelta. Y para eso contará con la ayuda de su hermano Jay Haas Jr, que le lleva la bolsa y procurará cuidar también el aspecto emocional de su «jefe».
Tres son también los golpes que saca al trío de perseguidores que ocupa la segunda plaza, compuesto por el sudafricano Charl Schwartzel y los estadounidenses Webb Simpson y John Merrick. Con un golpe más aparecen los dos primeros europeos, Luke Donald y Fredrik Jacobson.
Sergio García ganó algo de terreno en la tercera vuelta y con su -2 queda a la expectativa a seis golpes del líder después de una vuelta extraña en la que libró una bonita batalla con Riviera pero en la que todo pareció suceder en apenas cuatro hoyos: eagle en el hoyo 11, birdie en el difícil 12 y bogey en el 14, pese a que estuvo a punto de salvar el par después de una salida de búnker heroica. Aun así, buen parcial en la mitad más complicada del recorrido de Pacific Palisades (un golpe más difícil que los primeros nueve hoyos) y novena posición provisional para el jugador de Borriol, que el año pasado ya fue cuarto en este mismo torneo ganado por Haas.
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