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Zona Pro

Antonio Hortal y el método de la taladradora

Redacción | 05 de junio de 2014

Antes de ir a reunirse con todos los medios y patrocinadores en la presentación del Fred Olsen Challenge de España que se celebra en la Gomera, «cazamos» telefónicamente a Antonio Hortal, el brillante ganador del Challenge de Catalunya el pasado abril. Este triunfo, junto con el top 3 en Madeira, le han posicionado como número dos de la órden de mérito en la segunda división europea, pero sobre todo que le ha supuesto pasar de buscar un hueco este año en el panorama golfístico a cambiar radicalmente sus objetivos para este año:

Lo primero es que podemos hacernos un calendario escogiendo los torneos que más montante tienen, elegir las semanas de descanso y sobre todo que me he metido en la pelea por conseguir la tarjeta del European Tour. Aunque el primer objetivo era mantener la carta en el Challenge para poder jugar todos los torneos y poder entrar en el tour si fallo en la escuela, ahora el objetivo ha cambiado. Tengo dos años cubiertos y ahora el objetivo es luchar para estar arriba al final de año, porque el Challenge no es un circuito como para vivir de él. Hay mucho nivel y poco dinero, así que el objetivo ahora es llegar al European Tour cuanto antes”, explicaba el madrileño.

Una revolución en sus expectativas y en su carrera, que se empieza a forjar con su triunfo en Lumine, aunque para que esto ocurriera hubo un momento clave durante el desarrollo del torneo:

Alejandro Ramos, que es parte del equipo que me entrena con Pepín Rivero, el martes me dice que deberíamos escribir en un papel qué es lo que iba a pasar durante la semana y leerlo el domingo, y yo le dije que no iba a escribir nada porque no le iba a gustar. Entonces él me pregunto que cómo podía estar pensando así y empezó con la ‘taladradora’ insistiendo todo el rato con refuerzos positivos sobre mi juego, enfocándolo todo golpe a golpe y en dar el 100% en cada uno de ellos. Me lo fue recordando cada momento, cada golpe, cada vez que iba andando por la calle y se tiró así todo el día, incluso en el apartamento que alquilamos, con lo que di ese 100%. Si esto coincide con que entran los putts, más un poco de suerte, pues al final terminamos ganando.

Este cambio en la mentalidad es sin duda el clic que necesitaba Antonio Hortal para dar un salto de calidad en su juego.

Tú ves mi evolución del año pasado y pasé dos cortes, y le decía a Pepín ‘no valgo para esto’ y él me decía que sí, que estaba más cerca de lo que creía. Aunque técnicamente junto a Pepín he mejorado mucho en todos los aspectos, fue de repente con Alejandro y su ‘taladradora’ cuando empecé a quitarme el pesimismo y creérmelo.

Ese trabajo de fortalecimiento mental y refuerzos positivos, es algo que el jugador madrileño tiene claro que debe de empezar a trabajar de manera individual:

Intento tener esta disciplina mental por mi cuenta. Te pones una marca en el guante para el juego largo, una marca en la bola para el green, pero no teienes ahí a la ‘taladradora’ cuyo único objetivo es recordarte constantemente el golpe a golpe. Todavía no lo consigo en cada golpe, pero lo logro más que antes, que era más pesimista, o que no sabía cual era la forma correcta de enfocarlo mentalmente. No es tanto como con él, pero empieza a ser poco a poco.

Además, su reciente participación en el Open de España también le ha ayudado en esta faceta.

Jugé muy bien al golf y tiré buenos putts pero no entraron, pero el viernes estaba feliz porque vi que jugando sin meter putts podía estar más o menos ahí. No hice un mal resultado para lo exigente que estaba el campo.

Una experiencia muy valiosa, sobre todo para saber qué le espera si consigue llegar finalmente a la primera división del golf europeo.

Se nota que el nivel es mucho mayor, los campos están más preparados, pero no creo que tenga que envidiar en lo que es el toque de bola y el putt, aunque el putt siempre se puede mejorar. La diferencia es que ellos se lo creen, los resultados alimentan la personalidad y lo que se ve en los jugadores del tour es que creen en sus posibilidades.

Lo que tiene claro Hortal es que ha existido un apoyo fundamental en su carrera para que podamos estar ahora hablando de un potencial jugador del European Tour, la Federación de Golf de Madrid:

«Es la que me ha dado todo, sin ellos no podría haber despegado. A través del plan de ‘Jóvenes Promesas’, sobre todo en el tema de las invitaciones para los torneos y en el tema económico para pagar los viajes, han sido parte fundamental.»

También le preguntamos acerca del «efecto llamada» entre los jugadores españoles al ver los éxitos que están teniendo en el Challenge Tour y el European Tour los jugadores de nuestro país y la influencia de los triunfos ajenos en la consecución de los propios.

La verdad es que sí que es un poco así, a mí me ha pasado. Ves a jugadores con los que has estado y dices ‘yo a este le he ganado’, y piensas que tú también lo puedes hacer. Lo que ocurre es que no sabes la evolución que ese jugador ha tenido en dos años, por ejemplo, y no siempre es real, pero sí que en algunos casos existe ese efecto llamada.

A partir de ahora, el Challenge Tour empieza a coger impulso y hasta la primera semana de noviembre se jugarán los veintiún torneos restantes, con lo que planificar el calendario es fundamental.

Voy a jugar estas cuatro semanas seguidas, es decir el Fred Olsen y luego iré a Francia, Bélgica y Escocia, al Scottish Hydro Challenge. Después descansaré dos semanas para volver al Swiss Challenge en Suiza y seguir dos semanas más, en Francia de nuevo el Le Vaudreuil Golf Challenge y después en Azerbayán. A partir de ahí, descansaré otras dos semanas hasta el Rolex Trophy, que es a mediados de agosto, y luego la recta final que la haré entera.»

Muchas semanas por delante para cumplir un objetivo que también es un sueño para Antonio Hortal. De momento el Fred. Olsen Challenge de España que se juega esta semana en las Islas Canarias, es el primer peldaño de su particular escalera hacia el cielo.

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