El día previo al comienzo del WGC Cadillac Championship ha estado sembrado de titulares, frases más o menos lapidarias que han ido dejando en la sala de prensa los que en apenas unas horas tendrán que verse las caras con el Blue Monster de Doral. Entre los señalados para transmitir su parecer hoy destacaba la presencia de Álvaro Quirós.
El de Guadiaro se ha mostrado sonriente y dicharachero en la rueda de prensa, consciente de su tirón mediático en Estados Unidos (pese al “feo” de la organización del Honda Classic), aunque mantiene un discurso prudente y ha dejado claro que su meta para este año es lograr la tan ansiada consistencia que le permita asentarse en la zona noble de la clasificación mundial.
El Cadillac Championship es un torneo que le viene de perlas (13º y 6º en las dos últimas ediciones, cuando aún se llamaba CA Championship) y puede ser una oportunidad única para iniciar el asalto al top ten del ránking. Aun así, Álvaro todavía considera que tiene lejos a los mejores jugadores europeos y se conforma con ir paso a paso.
“Me gustaría finalizar el año al menos en el top 25 del mundo, porque en las dos últimas temporadas he rondado ese puesto a principios de año y luego he ido retrocediendo hasta el puesto 40 o 50. Me gustaría ganar en consistencia y asentarme en el top 25”.
“No es fácil conseguir la consistencia necesaria para firmar 70 o 69 golpes todas las vueltas, o estar en el top 20 del mundo. Todos queremos mejorar, pero en mi caso creo que estoy en el camino correcto para mejorar dicha consistencia”.
“Para mí, la consistencia consiste en no meterme en líos. Dubái no fue un buen ejemplo. Después de iniciar la última vuelta con cuatro birdies en cinco hoyos, firmé un triple bogey y adiós a la consistencia. De repente, hice birdie al siguiente hoyo, no lo conseguí en el par 5, y luego metí un hoyo en uno. Eso es lo que quiero cambiar. Me gustaría hacer únicamente hoyos en uno y birdies, no triples bogeys (risas)”.
Álvaro también confirmó que jugará la semana que viene en Tampa, en el Transitions Championship, y que posteriormente se desplazará a Málaga para disputar el Open de Andalucía, antes de tomarse una semana de descanso y viajar al Masters. Con respecto al torneo de Augusta, dice haber aprendido de las dos duras experiencias previas y, pese a los encontronazos que ha tenido con el diseño de Mackenzie y Jones, tiene ganas de volver a enfrentarse al campo.
“El año pasado aprendí de mi experiencia del primer año, aunque por desgracia el hoyo 13 acabó con mi vuelta. Iba top 20 en el marcador antes de salir desde el tee. Y después fallé el corte”.
“No creo que sea un problema de juego, sino de expectativas. He fallado el corte las dos veces que he acudido al torneo, así que no puedo esperar hacer un top 10. Tengo que intentar pasar el corte y luego ya veremos. En mis dos participaciones no he llegado a jugar el Masters, ya que no he podido disfrutar del fin de semana”.
“El campo me gusta porque te lleva hasta el límite. Todos los golpes tienen una finalidad, y eso es algo que tienes que aprender”.
Y pese a todo lo expuesto (y a todo lo sufrido en las dos ediciones anteriores), Álvaro aún cree que el Masters es el grande que mejor le va.
“Sí, diría que el Masters es el grande en el que tengo más opciones, porque no hay que llevar la bola baja y la pegada es una buena ventaja. El Open Británico me encanta, pero se suele jugar en condiciones meteorológicas difíciles y hay que pegarle bajo a la bola, algo que me cuesta. En el US Open el rough es muy alto, algo no me va bien. Y el PGA depende del campo en que se juegue”.
Álvaro también ha mencionado a José Mari Olazábal, próximo capitán de la Ryder Cup, a quien considera una auténtica referencia dentro y fuera del campo. Quirós recordó con cariño cuando, por casualidad, compartió seis hoyos con Olazábal en La Cañada en 1999 y todavía tiene grabado a fuego cómo sonaban los golpes con sus hierros. También aprovechó para echar la vista atrás y acordarse de aquellos chavales que se beneficiaron de la apertura del campo público de La Cañada y cuyas pachangas y piques sirvieron para ir forjando el carácter ganador del de Guadiaro.
Dentro de unas horas, Álvaro (que comparte partido con Miguel Ángel Jiménez y Hunter Mahan) tendrá la oportunidad de reivindicar su puesto en la élite y podrá demostrar que es un jugador de garantías en todos los terrenos. Doral es la primera prueba… y el Augusta National espera en lontananza.
Deja un comentario