Prensa
Alicia Gallego y Mario Pérez Santana, al frente del Lacoste Promesas de La Llorea
María Acacia López Bachiller | 23 de agosto de 2014
Mario Pérez Santana, tercero por la izquierda, junto a Carlos Huerta, Alberto de los Ríos y Adrián Gutiérrez (foto de Benjamín Lebrato)
La vallisoletana Alicia Gallego y el cántabro Mario Pérez Santana lideran la previa Lacoste Promesas que se está disputando en el Club de Golf La Llorea de Gijón, donde ambos han firmado sendas tarjetas de 70 golpes, dos bajo el par del campo asturiano. El la jornada dominical, ambos lucharán por una plaza en la Final de La Sella.
En una jornada ideal para la práctica del golf, con 22º de temperatura, sol con algunas nubes, ligera brisa y un campo en magnífico estado, la jugadora de Aldeamayor Alicia Gallego encabeza la clasificación femenina con cinco golpes de ventaja sobre Teresa Díez Moliner, del también vallisoletano Campo de La Galera, que ha entregado un primer parcial de 75, tres golpes menos que Carmen Villaverde (Pedreña) y Cecilia Alonso (alumna de la Escuela de La Llorea), que comparten la tercera posición con 78. La gallega Beatriz Mosquera (RCG de La Coruña) es sexta con 79.
Mario Pérez Santana se ha situado en lo alto de la tabla con 70 golpes y uno menos que Jesús Ouro y Francisco Crego, sus más inmediatos perseguidores. El líder es de Torrelavega y juega en Abra del Pas, tiene 16 años y el mes que viene empieza 1º de Bachiller, y se mostraba muy satisfecho después de comprobar que su resultado era el mejor de la primera jornada.
“Jugué sólido, muy regular de tee a green y pateando bien; sólo tuve un tropiezo en el hoyo cuatro que me costó un bogey, pero después hice birdies en los hoyos 11, 14 y 18. No estuvo mal”, afirmaba Mario Pérez Santana, quien reconoce que mañana saldrá a jugar “tranquilo”.
Los jugadores asturianos, 16 inscritos en esta segunda previa Lacoste Promesas, no han tenido su día; Óscar Flórez, alumno de la Escuela de La Llorea, ha terminado con 79 (+ 7), un resultado un tanto elevado para su juego habitual: “No salieron las cosas como quería y, a pesar de dar buenos golpes, luego lo estropeaba todo”, relataba después de hacer birdie en el 18 con un fantástico Drive que ha dejado la bola a 25 metros de bandera.
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