Zona Pro
A Sergio le funciona el experimento
Carlos Palomo | 31 de agosto de 2013
Nunca había jugado Sergio García cinco semanas consecutivas pero su situación en el ranking de la FedEx Cup (55º) le obligaba a jugar en el Deutsche Bank Championship para depender de sí mismo para mantenerse entre los 70 primeros que pasarán al BMW Championship. De momento, el experimento funciona ya que marcha 4º empatado tras la primera jornada gracias a una gran vuelta de 65 golpes (-6) en el TPC de Boston que le mantiene a dos de los colíderes, Brian Davis y Phil Mickelson.
Los números de los 18 primeros hoyos de Sergio en el segundo playoff de la FedEx Cup impresionan. Las estadísticas principales que se cuantifican en el PGA Tour nos dicen que desde el tee no se comportó nada mal, cogiendo 11 de 14 calles y que una vez con la bola puesta en juego, fue el que más greenes en regulación cogió (16 de 18). “Me ha ido muy bien. He sentido que pegaba la bola bastante bien. Espero poder seguir así durante los próximos tres días», comentaba el español tras una tarjeta de siete birdies y un solo bogey.
Empezando por el 10, marchaba al par tras sus 8 primeros hoyos, dándole la vuelta a la situación con seis birdies en los siguientes 8 hoyos para ascender posiciones en una clasificación llena de resultados bajos en la que 67 de los 100 participantes jugaron bajo par.
Respecto a la obligación de jugar este torneo que el año pasado eliminó de su calendario de competición al tener asegurada su plaza en el BMW Championship, García explicaba que para él «tres torneos suelen ser el máximo», pero en éste, las circunstancias cambiaban por dos razones que explicaba el jugador. «Este año obviamente me hubiera gustado jugar algo mejor y tal vez poder haberme saltado esta semana, pero no fue así y trataré de hacer lo mejor aquí. Éste es mi 15º torneo, así que por si alguna razón muchos jugadores lo hacían bien y me dejaban fuera (del BMW), no hubiera podido jugar el mínimo de torneos. Es un esfuerzo extra requerido para esta semana pero ahora ya he cumplido con este número así que me puedo relajar». Se refería así a la obligación de los jugadores del PGA Tour de jugar al menos 15 torneos para renovar su tarjeta de cara al año que viene.
El primer jugador en poner el -8 como referencia fue Mickelson, quien compartió partido con Adam Scott y Tiger Woods, los tres primeros clasificados a día de hoy en la lista de la FedEx Cup. Woods comentó de la vuelta de su compañero que «había sido bastante impresionante». Y vaya que si lo fue. Empezó con sendos putts de birdie en sus dos primeros hoyos desde 7 y 10 metros, cogió aire con dos pares en los siguientes hoyos antes de su mejor momento del día, cuando acumuló cinco birdies consecutivos del 14 al 18 para cerrar sus 9 primeros en 28 golpes (-7).
Su primer fallo llegó en el hoyo 1 (su décimo del día) pero se encargó de borrarlo de un plumazo con el eagle del 2 a base de hierro 6 desde 213 yardas que aterrizó a centímetros del agujero. Llevó su marcador particular hasta el -9 con un nuevo birdie en el 8 pero en el tee del 9, su último hoyo, llegaban problemas. «¡Oh, no!», se le oyó decir justo antes de que su bola acabara a 40 yardas de la calle metida en la profundidad del bosque de la derecha del hoyo. Acabó salvando un buen bogey suficiente para ponerle en lo más alto junto un Brian Davis, autor de una tarjeta libre de bogeys, que acabó certificando su -8 final con un putt de birdie de 8 metros en su último hoyo.
Tiger Woods tuvo un comienzo más tímido que el de su compañero de partido, firmando un 68 (-3) que le sitúa en la 34ª posición. Preocupaba tras las molestias de la semana pasada, el estado de la espalda del número 1 del mundo pero según se encargó de confirmar el propio jugador, ésta no le dio ninguna molestia en todo el día. «La espalda está bien, pero desafortunadamente no me he dado muchas opciones hoy».
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