Por tercera semana consecutiva, Alejandro Cañizares saldrá a disputar la última jornada de un torneo con posibilidades de triunfo, dato elocuente que va más allá de una racha casual o de un pico de forma circunstancial. Y si vamos al detalle de su actuación en la tercera vuelta del South African Open Championship, el optimismo debería imperar: Cañizares ha conseguido mantenerse en la zona alta sobreponiéndose a una vuelta antipática de las que te suelen dejar fuera de juego.
Errático desde el tee de salida en un día ventoso, Cañizares tuvo que recurrir a las mejores armas del nutrido arsenal de su juego corto para salvar una situación comprometida tras otra y sacar el máximo partido a las oportunidades que se iba procurando, y tirando de oficio y calidad consiguió un notable 69 (-3) que le permite igualar
con Andrea Pavan y Christiaan Basson en la quinta plaza, a cuatro golpes de Charl Schwartzel.
Antes, Jorge Campillo había acaparado la atención del público en la jornada matinal y finalizaba con un gran 66, segunda mejor vuelta del día, después de firmar un inicio fulgurante con cinco birdies consecutivos que nos hizo soñar con una marca histórica. Al final, decimoctava plaza para el cacereño con -8 en el acumulado, a apenas un par de golpes del top ten de este torneo inaugural de la Race to Dubai 2014.
Y si constante es la presencia de Cañizares en la zona alta de los torneos desde hace tres semanas, previsible era el liderato de Charl Schwartzel, mejor jugador presente en el torneo si se toma la referencia del ranking mundial. Como el español, Schwartzel también tiró de repertorio para salvar una vuelta incómoda y finalizar con un 69 que le permite salir a la última vuelta en el Glendower Golf Club con un golpe de ventaja sobre Marco Crespi, recién ascendido de la escuela del European Tour, y el danés Morten Orum Madsen.
«He ganado el Dunhill y otro par de torneos en Sudáfrica. El Open de Sudáfrica es el segundo torneo más antiguo y nuestro abierto nacional, y sería fantástico ganarlo», explicaba Schwartzel.
Por si la baza de Schwartzel no fuera suficiente, los locales también cuentan con Hennie Otto en la recámara, que igualaba el 66 de Campillo para ascender a la cuarta plaza a dos golpes de Schwartzel.
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