La actualidad golfística mundial se desplaza hasta la localidad de Kohler (Sheboygan County, Wisconsin) para la nonagésimo segunda edición del US PGA Championship, el cuarto y último major de la temporada, que además marca el cierre del período de clasificación para el equipo estadounidense de la Ryder Cup.
Organizado por la PGA norteamericana (de la cual se desligaría el PGA Tour en 1968), el US PGA Championship es, probablemente, ese gran desconocido que sólo gana protagonismo una vez cumplidos los tres primeros majors del calendario.
No nos engañemos, el Masters es sinónimo de Augusta, el US Open de una batalla por doblegar a un campo preparado al más alto nivel de dificultad posible, el The Open Championship de los genuinos y legendarios links británicos. Pero, ¿y el US PGA Championship?
Su vencedor no recibe una exclusiva chaqueta verde, ni una jarra de clarete, sino un descomunal trofeo de nombre impronunciable (the Wanamaker Trophy), y de cara a la atención mediática, a no ser que resulte ganador Tiger Woods, su protagonismo será rápidamente absorbido por los playoffs de la FedEx Cup, primero, y por la Ryder Cup, después.
Para colmo de males, desde el PGA Tour hay quienes verían con buenos ojos que su status de major fuera a parar al The Players Championship. Entonces, ¿cuál es el secreto de este grande? Pues que, sencillamente, constituye la última oportunidad de salvar la temporada y unir su nombre al de las grandes leyendas del golf mundial, que no es poco.
Celebrado por primera vez en 1916 en el Siwanoy Country Club de Eastchester (New York), gracias al decisivo apoyo económico del empresario Rodman Wanamarker, esencial en la fundación de la propia PGA, este torneo comenzó disputandose bajo el formato de match play, y sólo en 1958 se cambió al actual de cuatro rondas en stroke play.
A lo largo de su casi centenaria historia, el US PGA Championship sólo se ha cancelado con motivo de las dos Guerras Mundiales, y en la actualidad rota entre un reducida bolsa de campos, habiéndose confirmado ya la sede de las próximas ediciones de 2011 (The Atlanta Athletic Club), 2012 (The Ocean Course at Kiawa Island Resort, para el que se reducirá el aforo hasta un máximo de 27.000 espectadores, frente a los habituales 40-45.000), 2013 (The East Course at Oak Hill Country Club), 2014 (Valhalla Golf Club), 2015 (The Straits Course at Whistling Straits) y 2016 (Baltusrol Golf Club).
Como curiosidad, cabe destacar que hasta setenta y un recorridos diferentes han llegado a albergar el US PGA Championship, de los cuales solo catorce han repetido como sede (Southern Hills CC, Oakland Hills CC, Oakmont CC, Firestone CC, Hazeltine National GC, Medinah CC, Valhalla GC, Olympia Fields CC, Keller GC, Oak Hill CC, The Atlanta Athletic Club, Riviera CC, Shoal Creek CC, Inverness Club y Whistling Straits). Además, ha visitado veinticinco de los cincuenta estados del país, con Nueva York y Ohio a la cabeza, cada uno con once campeonatos.
The Straits Course at Whistling Straits vuelve a recibir al cuarto grande del año con el recuerdo de la edición de 2004, cuando el fidjiano Vijay Singh derrotó en el playoff a los estadounidenses Chris DiMarco y Justin Leonard, en el marco de una temporada que lo llevaría a batir el récord de ganancias del PGA Tour, con casi once millones de dólares (aún vigente) y nueve victorias, y ser coronado como el PGA Player of the Year, además de finalizar el año como número uno del mundo.
Diseñado por el prestigioso Peter Dye (TPC at Sawgrass) en los alrededores del lago Michigan en 1998, su trazado es el resultado de una gigantesca labor de ingeniería, con más de ochocientos mil metros cúbicos de tierra depositados sobre el terreno original, para convertir lo que en los años sesenta no eran más que unos campos abandonados en un calco de los clásicos links británicos e irlandeses.
Así, posee los característicos pot bunkers, una desigual orografía (el desnivel llega hasta los ochenta pies, hoyo 15), un rough salvaje y natural, grandes áreas de arena a modo de dunas, está expuesto al viento… y hasta cuenta con un rebaño de auténticas ovejas escocesas de cara negra.
Sin embargo, su principal seña de identidad es la combinación de la longitud (cuatro pares 4 por encima de los 450 metros, y tres pares 5 que superan los 540 metros) con una presentación trufada de obstáculos que hacen que la precisión se imponga a la teórica superioridad de los pegadores.
Los greenes rodarán a una velocidad superior a los once pies en el stimpmeter, y el rough se ha dejado crecer con un espesor superior a los 150 mm.
Su hoyo estrella es el 17, “Pinched Nerve”, un par 3 de 204 metros protegido frontalmente por unas dunas de arena que “invitan” al jugador a apostar por el lado izquierdo del green, donde descansa el lago Michigan.
En 2009 fue considerado como el tercer mejor recorrido de los Estados Unidos por la revista Golf Digest, y en 2004 fue el campo más largo en albergar un major (6.872 metros, par 72). En 2020 será sede de la Ryder Cup.
Con la celebración del US PGA Championship en el The Straits Course at Whistling Straits, los tres majors itinerantes se habrán disputado en este 2010 sobre recorridos tipo links; Pebble Beach Golf Links ha sido sede del US Open de este año, y el Old Course de St. Andrews del Open Británico.
Disponéis más información en el enlace a la página web de Whistling Straits, y el hoyo a hoyo.
El surcoreano Yong eun Yang (Volvo China Open de 2010) defiende el título conseguido el año pasado cuando se impuso por tres golpes al estadounidense Tiger Woods, que perdía así el primer torneo de su carrera tras haberlo liderado durante 54 hoyos.
Nunca antes un golfista de origen asiático había conquistado un gran campeonato (ni major, ni World Golf Championship), y con este triunfo sucedía al irlandés Pádraig Harrington en el palmarés de un US PGA Championship que no vivía dos años consecutivos de sequía estadounidense desde que Nick Price y Steve Elkington ganaran en los años 1994 y 1995.
Como es habitual, cada major fija sus propios criterios de clasificación, y al igual que ocurre con el US Masters y el US Open, se aprecia un evidente favoritismo hacia el que, por otra parte, es el principal Circuito del mundo, el PGA Tour; además, no hay categorías recogidas para amateurs, que deben ganarse su plaza en los diferentes campeonatos para profesionales.
Pese a todo, a la hora de completar la nómina hasta las ciento cincuenta y seis entradas, hay una norma no escrita por la que la PGA cursa una invitación a todos aquellos golfistas, no exentos, clasificados dentro del top 100 del OWGR, y en esta edición han hecho una interpretación mucho más laxa de esta regla oficiosa, y el madrileño Gonzalo Fernández Castaño ha visto como su tercer puesto en el pasado The 3 Irish Open no sólo le acercaba a la cota de los cien primeros (104º), sino que le servía para ganarse un billete a Wisconsin.
Como sucedía la semana pasada, la especial dotación y relevancia de este torneo lo convierte en catalizador de diversas “peleas” paralelas a la propia competición: ¿conseguirán Phil Mickelson (2º OWGR) o Steve Stricker (4º) destronar a Tiger Woods? ¿Quiénes serán los primeros ocho clasificados en el equipo estadounidense de la Ryder Cup? ¿Sumará Tiger Woods los puntos FedEx Cup necesarios para meterse en los playoffs de esta competición? ¿Solventarán las principales figuras europeas que compatibilizan los dos Circuitos su papeleta Ryder Cup y podrán centrarse en la millonaria FedEx Cup sin tener que desplazarse a la lejana Chequia y al controvertido Gleneagles escocés?
Parece increíble lo que el US PGA Championship puede dar de sí gracias sus 1.350.000 $, 100 puntos del OWGR, 600 puntos de la FedEx Cup, y 2.700 puntos de la CEERC para el ganador. Vayamos por partes:
Phil Mickelson será el nuevo número uno mundial si:
– Gana el US PGA Championship.
– Finaliza segundo, y Tiger Woods lo hace fuera del top 3.
– Finaliza tercero, y Tiger Woods lo hace fuera del top 11.
– Finaliza cuarto, y Tiger Woods lo hace fuera del top 46, y Steve Stricker no gana.
– Finaliza cuarto empatado con un sólo jugador, y Tiger Woods falla el corte (setenta primeros y empatados), y Steve Stricker no gana.
Steve Stricker sucedería a Tiger Woods sólo si gana y éste finaliza fuera del top 24, y Mickelson del top 3.
Por desgracia para los europeos, el inglés Lee Westwood ha visto como su meteórica progresión (tercero del OWGR, y con serias opciones de convertirse en nuevo número uno mundial) ha sido frenada en seco tras reproducírsele sus problemas musculares en la pantorrilla que lo mantendrán en el dique seco durante los próximos meses y que ponen en duda su participación en la Ryder Cup de octubre.
Lucas Glover defenderá con uñas y dientes su octava plaza provisional en la clasificación para el equipo estadounidense de la Ryder Cup, y donde una mala actuación abriría la puerta a muchos golfistas que en estos momentos languidecen más allá de la cuadragésima posición de la CEERC.
Tiger Woods, décimo a algo más de doscientos puntos, necesita como mínimo de un top 14 o una decimoquinta posición en solitario para no depender de una invitación del capitán, circunstancia que ya ha anunciado que aceptaría muy gustosamente.
Además, debe mejorar su actual clasificación en la FedEx Cup, donde es centésimo decimonoveno, seis puestos por encima de la línea de corte (top 125), que se establecerá tras el Wyndham Championship de la semana que viene, y que dará derecho a disputar el primero de los cuatro playoffs, el The Barclays.
En el combinado europeo, el irlandés Pádraig Harrington y los ingleses Paul Casey y Justin Rose tienen la última oportunidad de destronar a Luke Donald y a Miguel Ángel Jiménez de las últimas plazas de la RCWPL y RCEPL, respectivamente, al haber confirmado su deseo de no jugar los dos torneos europeos que restan, y centrarse en los millonarios playoffs de la FedEx Cup, donde marchan en la quincuagésimo segunda, trigésima y cuarta plazas respectivamente.
Todo lo que no sea mejorar la décima posición en los greenes del The Straits Course les obligará a replantearse su inicial negativa a cruzar el Atlántico, o a confiar en una postrera invitación del capitán escocés, Colin Montgomerie, pese al desplante que supondría su ausencia en Gleneagles, sede, por otra parte, de la Ryder Cup de 2014.
Del resto de la RCWPL, hay que destacar que un segundo puesto puede ser suficiente para el alemán Martin Kaymer y el italiano Edoardo Molinari, mientras que su hermano Francesco, el inglés Ross Fisher y Miguel Ángel Jiménez sólo contemplan esta forma de clasificarse para el enfrentamiento bienal contra los estadounidenses de octubre a través de la victoria.
En la RCEPL, el millón de euros que lleva acarreado el primer puesto amplía la quiniela de aspirantes a todos los que, aguardando dentro del top 44, disputen mañana el cuarto major del año.
La armada española está integrada por nuestros cuatro golfistas mejor clasificados en el ránking mundial. El malagueño Miguel Ángel Jiménez vuelve a abanderar las opciones españoles de triunfar en un major tradicionalmente esquivo, y donde en 1999 cosechó su mejor actuación, al terminar en el top 10.
Durante las dos primeras jornadas ha sido emparejado con el estadounidense Jason Bohn (Zurich Classic of New Orleans de 2010) y el chino Liang wen Chong (Luxehills Chengdu Open de 2010, OneAsia Tour), el jueves a las 13:05 h (hora local, +7 h en España) desde el tee del 10, y el viernes a las 07:50 h desde el 1.
Álvaro Quirós buscará mejorar su vigesimocuarta posición del año pasado, en lo que supuso su primer corte superado en un major. Para ello, compartirá partido con el japonés Hiroyuki Fujita (Tsuruya Open de 2010) y el estadounidense Bubba Watson (Travelers Championship de 2010), el jueves a las 07:40 h desde el tee del 1, y el viernes a las 12:55 h desde el 10.
Sergio García se enfrenta a su último torneo antes de su necesario retiro temporal, que lo mantendrá alejado de la competición hasta el Castelló Masters de octubre, aunque no es descartable que termine aceptando una invitación de Monty y juegue su sexta Ryder Cup consecutiva.
Subcampeón en 1999 y 2008, y a punto de caerse del top 50 del OWGR, llega al escenario de su primera gran gesta como profesional sin presión aparente. Lo veremos el jueves a las 08:10 h (10) y el viernes a las 13:25 h (1) junto al alemán Martin Kaymer (Abu Dhabi Golf Championship de 2010) y Stewart Cink (The Open Championship de 2009).
Llamado a filas a ultimísima hora, el madrileño Gonzalo Fernández Castaño tratará de prolongar el buen momento de forma que se le vio en el pasado The 3 Irish Open. Cuarta participación en el US PGA, con su trigésimo segundo puesto del año pasado como mejor registro.Los estadounidenses Paul Goydos y Tim Thelen serán sus compañeros de partido, el jueves a las 12:15 h (1), y el viernes a las 07:00 h (10).
Para consultar el resto de los horarios de salida, os ofrecemos este enlace. Para la clasificación online, aquí.
Antes de terminar con el análisis, cabe destacar que más de un golfista llega a Wisconsin aquejado de diversas molestias físicas, como Phil Mickelson, en tratamiento de una artritis psoriásica que lo ha hecho vegetariano; Henrik Stenson, afectado de una neumonía de origen virásica desde hace casi un mes; y Ángel Cabrera, con una fuerte tendinitis en una muñeca . Habrá que estar atentos al parte de enfermería…
Canal+ Golf (Dial 53 de Digital+) nos ofrecerá una amplísima cobertura del US PGA Championship que retransmite en exclusiva desde el jueves 12 al domingo 15 de agosto de 2010, tal y como recogemos en nuestra parrilla de Crónica Golf.
Más información en la web de la PGA.
Fotografías: Zimbio.
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