The Master by Decathlon
Spieth: “Formar parte de Augusta National demanda lo mejor de sus campeones”
Irene Acosta | 13 de abril de 2015
Con tan solo 21 años, Jordan Spieth se ha enfundado su primera chaqueta verde en una edición del Masters de Augusta que ha dominado de principio a fin, convirtiéndose en el segundo ganador más joven, solo por detrás de Tiger Woods.
“Es increíble. Es una de las mejores sensaciones que he vivido. No hay duda de que es el mejor día de mi vida. Unirse al club de las chaquetas verdes, hacer historia en el Masters y poner mi nombre en ese trofeo y tener esta chaqueta para siempre, es algo que no puedo explicar ahora mismo”, alcanzaba a decir el texano, aún impresionado por la hazaña que acababa de conseguir.
Spieth ha batido el récord del resultado más bajo a 36 y 54 hoyos y ha igualado la mejor marca a 72 hoyos que tenía Tiger desde 1997. Además, tras su birdie en el hoyo 15, se convertía en el primer jugador en la historia del Masters en alcanzar la cifra de -19. Tras su segundo puesto el año pasado, donde dejó escapar la victoria, y tras sus recientes opciones de triunfo en las últimas tres semanas con una sola victoria, Jordan quería redimirse y, gracias a una actuación memorable en su segunda presencia en el Masters de Augusta lo ha conseguido.
“No ha sido solo lo del año pasado, ha sido una combinación de todo. Ya estaba hambriento por lo que pasó el año pasado y por cómo se me escapó la victoria, viendo a Bubba ganar y hacer todo lo que trae consigo el ganar el Masters. Así que eso me dejó con ganas. He tenido la oportunidad de ganar en las anteriores semanas y no lo he conseguido tampoco. Sabía que estaba jugando bien. La combinación de estas dos cosas me ha ayudado a estar concentrado en mí y a no preocuparme por el resto de jugadores y disfrutar en este campo, el Augusta National, mi campo de golf favorito”, afirmaba Spieth.
Pese a su juventud, Jordan es plenamente consciente de lo que conlleva vestir una chaqueta verde que se han enfundado tantos grandes campeones a lo largo de la historia y no cabe la menor duda que esta será la primera de muchas grandes hazañas del joven estadounidense.
“Es un gran honor que no se puede tomar a la ligera. Formar parte de Augusta National demanda lo mejor de sus campeones, dentro y fuera del campo. Me siento preparado para llevar la batuta”, concluía el flamante ganador de Masters de Augusta 2015.
Rose y Mickelson comparten finalmente la segunda posición de un torneo en el que Spieth ha dado muy pocas opciones a sus rivales. Si bien es cierto que en el hoyo 16 Rose pudo ponerse a tan solo dos golpes, Spieth ha llevado el absoluto control de su juego en todo momento. “La clave ha estado en el 16. Antes de eso me sentía muy cómodo, pero cuando Justin tenía opción de birdie en el 16 y yo tenía un putt complicado para par, he sentido que el torneo se me podía ir de las manos si no andaba con cuidado”, apuntaba Jordan.
Por su parte Rose, que se ha dejado la piel en el campo tratando de alcanzar a la figura estadounidense, se ha quedado muy cerca de hacerse con el segundo grande de su carrera.
“En general estoy muy contento. Venir aquí en un momento de forma no muy bueno y terminar segundo es siempre algo positivo y siento que mi temporada ahora está en marcha. Lo he intentado, desde luego. Sabía que tenía que hacer una muy buena vuelta y que si terminaba bien los nueve primeros, podría hacer algo especial hoy”, afirmaba Rose.
Pese a los esfuerzos del inglés por meter en problemas al estadounidense, la balanza finalmente se ha decantado a favor del más joven, que ha dado bastante poco margen de maniobra a sus rivales durante toda la semana.
“Jordan no ha dado muchas opciones, y realmente no esperaba que las diera. En el último mes ha estado muy cómodo lidiando con el liderato y hoy ha estado muy bien con el putt”, concluía un Rose que, con este segundo puesto, conseguía su mejor resultado en el Masters de Augusta.
Otro de los protagonistas de la semana ha sido Tiger Woods, que regresaba a los terrenos de juego tras dos meses de parón por una lesión de espalda. El californiano, muy optimista durante toda la semana, ha conseguido volver a llos terrenos de juego dando una muy buena imagen en general y finalizando en el puesto 17 con -5 total.
«Estoy bastante orgulloso de lo que he hecho. Convertir de nuevo mi juego corto en mi fortaleza es algo genial y he trabajado durísimo para cnseguirlo», afirmaba un Tiger Woods que parece estar volviendo poco a poco a la senda que nunca debió abandonar.
Muy distinta a la de Tiger ha sido la actitud de nuestro compatriota Sergio García durante toda la semana, pese a que el resultado ha sido el mismo, un notable decimoséptimo puesto. «Lo mejor del Masters es que queda un mes para que empiece», declaraba a una servidora allá por marzo al finalizar la cuarta ronda del Cadillac Championship. Pues el Masters llegó, y la confianza de Sergio sigue en el mismo punto. Incómodo durante toda la semana, ni siquiera la tercera vuelta bajo par del torneo ha conseguido sacarle una sonrisa.
«Probablemente es el mejor Masters que he jugado en los últimos 10 años. Tres vueltas bajo par están bastante bien, no se siquiera si lo he hecho en alguno de los otros Masters que he jugado, pero siempre me voy descontento porque he jugado los pares 5 fatal. Si hubiese jugado los pares 5 un poco mejor podría haber quedado fácilmente 10 o 11 bajo par y haber estado entre los cinco primeros pero bueno, nunca los he jugado bien aquí y desafortunadamente no ha cambiado nada este año», declaraba el de Borriol.
«En líneas generales no me voy descontento del todo, porque no es un sitio donde yo me sienta cómodo y siempre me cuesta hacer resultado, pero tres vueltas bajo par el resultado es positivo», concluía un Sergio que después negaba vehementemente cualquier atisbo de disfrute en un campo que ya se ha metido en la cabeza que no es para él y que, al parecer, nunca lo será.
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