Sergio García y Chema Olazábal, dos de los regresos más esperados en el golf español, europeo y mundial, cuentan en sendas entrevistas concedidas en el Castelló Masters sus impresiones sobre su juego actual, su estado de ánimo y cómo vivieron, como vicecapitanes, esta última y emocionante Ryder Cup.
Estos dos meses que he estado sin jugar han sido muy positivos y necesitados, he vuelto con ganas, que es lo importante. He entrenado dos días y me han sentado muy bien, no sólo en cuanto al juego sino en las ganas de estar en el campo, he intentado cosas nuevas y ponerme metas a mí mismo para superar cada día. Tenía ganas no sólo de venir a jugar, sino de venir y hacerlo bien.
La primera edición del Castelló Masters fue muy emocionante por muchas razones, se dieron una serie de circunstancias, Seve no estaba bien y le diagnosticaron un cáncer, era el primer torneo grande del Tour Europeo que teníamos aquí, algo que llevábamos tiempo buscando, ver a toda la gente que vino, los chavales por el campo, tan animado, fue una semana redonda y para mí una victoria muy especial.
Ahora me encuentro con energía, fuerzas, entusiasmo y sobre todo muchas ganas, el amor por el golf siempre lo he tenido, eso no se pierde pero a veces sí se pierden las ganas de salir al campo y querer hacerlo muy bien. Ahora me encuentro diferente, me hubiera gustado encontrarme así antes pero nunca se sabe si hubiese funcionado de la misma manera. Tenía ganas de emprender el vuelo hacia donde debo estar.
La decisión de parar de jugar la tomé entre el Players Championship y el US Open, fue simplemente por sentirme vacío a la hora de jugar, no tener las cosas claras, salir al campo sin saber si lo iba a hacer bien, y eso es duro. Mi calentón del Open Británico fue un cúmulo de cosas que van pasando a lo largo del año, cosas que ocurren y llega un momento que dices ¡basta!, ves cómo están las cosas y tomas una decisión por ti mismo sabiendo que a la gente no le va a gustar, pero a fin de cuentas quien tiene que sentirse bien soy yo.
Durante estos dos meses he hecho muchas cosas, no he jugado pero he trabajado mucho, no creáis que he estado en un sofá rascándome la barriga, he disfrutado de la familia, hemos trabajado juntos y con una sofróloga amiga nuestra de aquí, de Castellón poniendo las cosas en su sitio.
Ahora salgo a practicar de manera diferente, no voy porque tenga que ir sino porque me apetece, y eso para mí significa mucho, y cambia mi forma de pensar. En todo este tiempo he echado mucho de menos el golf, mucho, y por eso estoy aquí.
En la Ryder Cup… ¡me comía los puños por salir a jugar! Los tres o cuatro primeros días son duros, cuando van practicando y vas al lado de tus compañeros y no pegas un golpe, es duro pero también es bonito. Una vez que empieza se lleva mejor no estar jugando.
La Ryder Cup es un evento único en el mundo, a mí siempre me ha gustado mucho jugar en equipo, y jugar por tu continente, ver el ambiente no sólo entre los jugadores sino los aficionados, todo es diferente a cualquier otro evento. Y lo más importante son las relaciones y amistades que haces esa semana, yo he tenido la fortuna de haber hecho dos o tres amigos con los que me llevaba bien pero gracias a la Ryder Cup ahora tenemos una gran amistad.
En la reunión que tuve con Monty durante el Open Británico le conté mis planes, cómo me encontraba, y que esperaba hacerlo bien en el Open, Bridgestone y el PGA y después me iba a tomar un descanso, y si tenía opción de ser elegido volvería a jugar 10 días antes de la Ryder. Y le dije que, si él decidía que no era apto para jugar la Ryder, me encantaría ayudar al equipo europeo de alguna manera, que la Ryder y el golf son mucho más grandes que cualquiera de nosotros.
Siempre es un orgullo formar parte de la Ryder Cup, me acuerdo de un momento muy bonito en el año 95 en Oak Hill, estaba yo allí y recuerdo ver a Seve andando por la calle y cómo se volcaba la gente con él, el carisma que trajo Seve a la Ryder fue espectacular. Como español es un orgullo formar parte de ello, y que tantos españoles hayan sido parte del equipo; quitando a los británicos, los españoles son los que más veces han participado.
Quiero agradecer las palabras de Chema Olazábal sobre el Club de Campo del Mediterráneo, creo que está en las mejores condiciones que he visto nunca en todos los aspectos, yo lo miro con otros ojos, pero me lo han comentado muchos jugadores y estamos todos muy orgullosos, sobre todo mi padre.
Sin duda mi objetivo esta semana es ganar el torneo, los tres que voy a jugar de aquí a final de año, seguir para estar arriba, donde he estado y creo que puedo volver, donde creo que mi nivel me puede llevar, al número 1 del mundo. Tengo 30 años y mucho tiempo por delante. Lo bueno es que me conozco mejor, sé contestar a mis preguntas y ayudarme a volver donde debo estar”.
El partido benéfico fue una idea de la empresa organizadora, MatchGolf, Javier Gervás nos dio la idea y entre todos en conjunto pusimos en marcha el partido entre el Borriol y los jugadores del Tour que también nos gusta el fútbol, para recaudar fondos para el golf adaptado en la Comunidad Valenciana, que empezamos con mi fundación. Creo que es un buen comienzo para el Castelló Masters.
Estoy mejor, no bien del todo, pero he mejorado en los últimos tres meses, sigo teniendo molestias y tengo que mejorar más para competir a buen nivel, pero mientras vaya dando pasos adelante soy positivo.
Me encuentro mejor que cuando jugué el Open de Francia, mi último torneo. Hoy he jugado 18 hoyos con Santi Luna y Pepo Canonica y lo primero que me gustaría destacar es lo bien que está el campo. Hay que felicitar a todas las personas que han trabajado porque está en excelentes condiciones. Se ha dificultado un poco, las calles están más estrechas (“por culpa de Sergio, que pega el drive muy bien y no se acuerda de sus amigos” bromea).
Hay que poner la bola en calle, y el rough a 12 ó 15 metros es severo. Parece que tendremos muy buen tiempo, así que el campo se irá poniendo rapidito y duro por lo que será un buen desafío.
No puedo entrenar como solía. Doy entre 120 – 130 bolas y después hago un poco de approach y putt. La semana pasada jugué cuatro días seguidos para probarme y aguanté bien, por eso estoy aquí.
Ryder Cup
No sé si seré capitán de la Ryder Cup 2012, no hay nada oficial, pero lo que sí tengo claro es que quiero que Sergio esté clasificado como jugador.
En Gales, me incorporé al equipo como vicecapitán en unas circunstancias especiales. Tras los retrasos ocasionados por la lluvia, se decidió que había que jugar todos los partidos pendientes el sábado y eso significaba que estarían todos los jugadores en el campo. Pensaron que podía ayudarles y me lo pidieron. Sólo les pedí una hora ya que tenía compromisos con Nespresso. Es muy difícil estar en la Ryder Cup y no jugar, pero mucho más difícil es estar y no estar.
El domingo, éramos conscientes de que los americanos son mejores en los individuales. No sé la razón, pero casi siempre han ganado salvo en contadas ocasiones. Sabíamos que el resultado iba a estar apretado, teníamos que ganar cinco partidos o cinco y medio puntos. El día comenzó bien, llegamos a ir ganado ocho partidos aunque la mitad de ellos, por poco margen. Los americanos fueron remontando y al final todo quedó en manos de Edoardo Molinari y McDowell. Lo pasé mal hasta que McDowell hizo el birdie en el 16.
No tengo ánimo de revancha contra los americanos por lo que ocurrió en el 99. Había que estar allí, siempre lo he dicho. Los medios de comunicación fueron muy duros con los jugadores americanos porque llegaron al domingo perdiendo por cuatro puntos. Los habían crucificado y ellos consiguieron darle la vuelta. Justin Leonard me escribió una carta personal sobre todo aquello y quedó zanjado.
De los rookies europeos creo que Martin Kaymer no jugó todo lo mejor que puede, pero después de ganar el PGA y en Holanda, es normal que llegase muy justo de energía. En cuanto a Rory McIlroy, no creo que vuelva a decir que la Ryder es un match de exhibición. Creo que se ha dado cuenta de lo que significa la Ryder Cup, para los jóvenes es una clase acelerada de madurez.
En la Ryder hablé un rato con Sergio (García), sabía que no estaba en su mejor momento. Sólo le dije que las ganas de competir volverían, que fuera paciente. Él tiene unas dotes excepcionales y volverá a estar arriba.
Los españoles han aportado la pasión a la Ryder Cup y eso lo sentimos los jugadores, somos conscientes de que los primeros miembros del equipo no británicos, Seve, Garrido, Piñero, Cañi, Rivero… le dieron un empujón al torneo.
Pero fue Seve el que cambió definitivamente la mentalidad del equipo. Cuando estuvieron a punto de ganar en EE UU en el año 1983, los jugadores europeos estaban abatidos en el vestuario. Seve les hizo cambiar la actitud, les hizo ver que habían demostrado que podían ganar y que las cosas habían cambiado”.
Fuente: María Acacia López Bachiller
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