El esfuerzo de Carlos Pigem durante el último torneo de la temporada en el Asian Tour no encontró recompensa. Tras firmar dos rondas por debajo del par el jueves y el viernes, el ilerdense tuvo que enfrentarse a un enemigo inesperado durante el fin de semana: el viento. Cambió completamente el escenario sobre el que se estaba disputando la King’s Cup, convirtiendo los pares en un propósito desde los tees de salida. Partiendo desde el menos tres, en décima posición, Carlos comenzó su asalto a los mejores de la tabla.
Dos dobles bogeys fueron el principal motivo por el que se quedó a las puertas. El primero llegó en el 4 y el segundo en el 11, justo cuando parecía que arrancaba una racha de birdies. Los compensó bien, con seis aciertos a lo largo del día, pero otros dos errores en el 9 y el 12 le dejaron con 72 impactos (el par). Su acumulado de menos tres le impedirá alcanzar la trigésima posición en la Orden de Mérito del circuito y, con ella, un pase para el Omega European Masters, el único torneo cosancionado entre el Asian Tour y el European Tour que se juega en nuestro continente. Sin embargo, tanto Pigem como Colomo, gracias a su top 60 en la lista de ganancias, podrán acceder al resto de los torneos compartidos con otros circuitos.
Aún así, y teniendo en cuenta las dimensiones del reto, Carlos puede sentirse satisfecho con su rendimiento, tanto en este campeonato como a lo largo de toda la campaña. Se trataba solo de su primera experiencia en el Asian Tour y ha solventado con comodidad el primer y más importante objetivo del año: salvar la tarjeta, así como acumular casi cien mil dólares en ganancias. Teniendo en cuenta la situación a la que se había enfrentado de quedarse en Europa, el balance resulta muy positivo.
Javi Colomo firmó una última ronda de 74 golpes para finalizar cuadragésimo séptimo. Al igual que Pigem, y con el principal objetivo cumplido, tendrá todo el 2014 por delante para recuperar las buenas sensaciones y aspirar a miras más altas.
La King’s Cup fue a parar a las manos del local Prayad Marksaeng, que consiguió imponerse a un jugador que entrena habitualmente en el Black Mountain Golf Club, el sueco Rikard Karlberg. Unos últimos nueve hoyos impecables, con dos birdies, un eagle y ningún error, le permitieron llegar a un acumulado de menos doce, un impacto menos que su rival.
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