Cuando hablamos del Open Championship, hablamos de links, de condiciones meteorológicas cambiantes, del llamado «verano inglés» (o escocés). Pero más allá de eso, y desde hace 41 años, cuando hablamos del Open Championship, hablamos de Ivor Robson.
Enfundado en su chaqueta verde y corbata, protegido por su sombrilla y acompañado por su inseparable amigo el micrófono, Robson, de 67 años, da las salidas del Open Championship desde hace cuatro décadas. No hay nombre que se le resista y consigue anunciar con solvencia hasta el apellido asiático más complicado… aunque con los nuestros tenga alguna que otra dificultad, y es que su marcado acento escocés le impide pronunciar a la perfección nuestro Larrazábal, Olazábal o Fernández-Castaño.
Pero esta semana Ivor Robson acompañará a Tom Watson por la senda de la retirada, ya que presentará su último Open Championship en su última temporada en el circuito. Robson tiene previsto «jubilarse» en noviembre, en el DP World Tour Championship de Dubái, que pondrá fin a la temporada del European Tour dos meses después de que cumpla 75 años.
Con miles de anécdotas a sus espaldas, como el golpe inicial de 25 metros de Tom Lehman en el Open de 1993 o las retiradas de grandes golfistas de la historia como la de Jack Nicklaus en 2005, Ivor Robson es historia viva del Open. Pero su labor va más allá de simplemente anunciar los nombres de los jugadores, tarea que confiesa simplificar al máximo posible.
«A ellos no les interesa saber quién ha ganado cien torneos, simplemente quieren oír sus nombres y salir cuanto antes», afirmaba el escocés. «Mi estilo no ha cambiado y siempre ha sido sencillo. El público sabe más sobre el jugador que tú. Hay que tratar al público con el respeto que se merece porque están bien informados, con lo que no hay que pasarse de listo».
Otros de sus deberes básicos, que habitualmente pasan desapercibidos, son la comprobación de la bola que juega cada jugador o el recuento de palos de sus respectivas bolsas. Buena cuenta de ello puede dar nuestro compatriota Nacho Garrido, a quien Robson salvó de una penalización de al menos dos golpes en 1998 en Royal Birkdale al contabilizar 15 palos en su bolsa.
Robson, profesional consumado, tenía claro que se le presentaba una oportunidad única para despedirse del Old Course. Sus problemas físicos (que incluso le llevaron a ser hospitalizado en el pasado Open de España), le ayudaron a tomar tan difícil decisión.
«St. Andrews es el lugar perfecto para dejarlo. Tengo artritis en la espalda y las articulaciones y no puedo seguir eternamente. Cuando Peter Dawson me dijo que el Open se celebraría en St. Andrews en 2015, pensé que me despediría aquí».
Nuestro compañero de ESPN, el divertido Michael Collins, quiso hacerle su particular homenaje el año pasado pidiendo a los jugadores ilustres del Open que imitaran al querido Ivor Robson, preocupado por encontrarle un sustituto por si alguna circunstancia le apartase de aquel, su cuadragésimo Open Championship.
Como bien dice Brandt Snedeker en el vídeo: «Es imposible imitarle. Este hombre es el mejor y por eso lleva 35 años haciéndolo», afirmaba el estadounidense entre risas. Unos mejor que otros, y con alguna toma falsa que otra de por medio, trataron de rendir homenaje a una de las figuras de este Open.
2 comentarios a “Ivor Robson, icono del Open, se jubila”
yo creo que este presentador,se va ha extrañar,tantos años que uno escucha su voz,en un paisaje golfistico puro,hasta daria la impresion que se produ- ciria un eco de sus palbras , anunciando correctamente los distintos apelli- dos ,dejando como un silencio misterioso,para que el publico presente,comie-ce aplaudir,en fin esto es lo persivo a la distancia,mirando por tv.,no podria imajinarmelo estando presente. gracias.
Este hombre es inimitable, el tee1 no será igual sin su presencia. Algunas personas son tan grandes que nunca deberían jubilarse, aunque tiene un merecido descanso. Espero le hagan un gran homenaje.
Gracias Ivor.
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