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More than a feeling

Óscar Díaz | 14 de noviembre de 2014

A estas alturas debería estar prohibido citar en vano a Walter Benjamin en un texto (y más si lleva por título una canción de Boston) y la mera mención de este filósofo generará pavor en más de un lector, pero no por ello sus aforismos son menos ciertos. “Habitar significa dejar huellas”, decía el alemán, aunque las huellas no las dejan solo las personas. También dejan huellas las vivencias, las sensaciones, las experiencias intensas que acaban habitando en nuestro interior.

Hace aproximadamente un mes, durante el primer fin de semana de octubre, tuve la oportunidad de participar en la iniciativa #MallorcaFeelings organizada por el colectivo Events&Feelings, una acción social que implica a un buen número de profesionales y empresarios y que pretende complementar las actuaciones del gobierno balear y de otras empresas a la hora de dar a conocer mejor la isla y su propuesta cultural, gastronómica, deportiva y de ocio.

#MallorcaFeelings reunió a 40 invitados, algunos locales y otros de distintos puntos de la geografía española, y se apoyó necesariamente en las redes sociales para multiplicar su efecto y transmitir las bondades de la isla.

El plan, a priori, no se distinguía en exceso de muchos otros fam-trips en los que se pretenden mostrar las bazas de un destino turístico, pero no tardamos en descubrir que este viaje tenía poco de tópico.

En este tipo de actividades los organizadores se desviven por guardar el delicado equilibrio entre enseñar todo lo que quieren enseñar y no convertir el viaje en una pista americana, al tiempo que tratan de coordinar a colaboradores e invitados. Y que encajen todas las piezas con tantas variables en juego es una proeza cuasicircense.

#MallorcaFeelings contaba con un buen número de bazas que posibilitaron su éxito. La primera: la espectacular batería de actividades y las facilidades logísticas ofrecidas por la organización. Todos los visitantes íbamos equipados con un wi-fi portátil de Wifi2Go para comunicarnos y actualizar nuestras cuentas en las redes sociales y contábamos con medio de transporte propio por cortesía del Grupo Roig con el que pudimos emprender distintas rutas por la isla durante el fin de semana.

Foto del grupo de invitados a #MallorcaFeelings (imagen de Curly Commas)

Foto del grupo de invitados a #MallorcaFeelings (imagen de Curly Commas)

El segundo gran acierto de #MallorcaFeelings fue la pluralidad de puntos de vista. Reunieron a especialistas en turismo, redes sociales, arte, gastronomía, comunicación y a más de un artista multidisciplinar en una combinación heterogénea y muy enriquecedora. Los que llegábamos de fuera contamos con el apoyo de “anfitriones” locales, cicerones de lujo que nos descubrieron un buen número de detalles que nos habrían pasado desapercibidos. A mí me cayó en suerte (y digo bien) el gran José Manuel Valverde, hombre cultivado y con mil intereses que fue el condimento perfecto para la visita a la isla. Y en una isla como Mallorca hay mucho que contar y absorber. En mi caso, era la quinta vez que estaba y la primera en que he podido ir más allá del circuito habitual y encontrar algunos rincones que en los viajes anteriores me habían pasado por alto.

El tercer logro de #MallorcaFeelings fue la variedad de la oferta. Aplicando sabiamente el aforismo “divide y vencerás”, la organización repartió a los invitados por grupos para que todos ellos pudieran disfrutar de una experiencia personalizada y alejada de masificaciones o problemas logísticos. De esta manera, se multiplicaba el alcance de la iniciativa y el disfrute de las actividades preparadas, aunque, por supuesto, también hubo momento para las “puestas en común”.

Repoblando la sierra de Tramuntana (foto de Perdido en Mallorca)

Repoblando la Sierra de Tramuntana (foto de Perdido en Mallorca)

Entre las acciones que llevamos a cabo destaca la reforestación de una parcela de la Sierra de la Tramuntana en Sa Gramola, en el término municipal de Andratx, que el año pasado sufrió un incendio gravísimo que arrasó 2300 hectáreas. El alcalde de Andratx nos explicó las iniciativas que se están llevando a cabo y la importancia que tienen las medidas de repoblación. Pese a ello, si se diera otro incendio de las mismas características en los próximos 20 años los esfuerzos serían vanos, ya que los pinos jóvenes no producen piñas antes de ese periodo. Como detalle adicional, todos los pimpollos de encinas y olivos que plantamos están geolocalizados y con el tiempo podremos seguir su crecimiento y evolución, otra manera de establecer un vínculo emocional con la isla.

Después de la visita a la Sierra de Tramuntana, emprendimos ruta y mientras unos disfrutaban de recorridos en lancha rápida, visitas a enclaves paradigmáticos como Estellench o Valldemossa, o comidas en algunos de los restaurantes con estrellas Michelin de la isla (Andrés Genestra, Santi Taura, Marga Coll, Mar Suau, Rafel Perelló y María Solivellas), la “escuadra golfística”, nos dispusimos a conocer una muestra de los 24 recorridos que pueblan la isla y que convierten a Mallorca en un auténtico destino privilegiado para este deporte.

Espectacular vista de Alcanada Golf, con el faro de la bahía de Alcudia al fondo

Espectacular vista de Alcanada Golf, con el faro de la bahía de Alcudia al fondo

Con una oferta tan amplia cuesta encontrar términos que sirvan para definir los campos de Mallorca, pero no me equivoco demasiado si recurro a las palabras “diversidad” y “carácter”. Poco tienen que ver los recorridos costeros (como Alcanada) con los campos de interior como Pula Golf, pero la constante en la mayoría de los campos de la isla es el cuidado exquisito y la calidad de sus diseños.

En primer lugar tuvimos la ocasión de visitar Alcanada Golf, un magnífico recorrido firmado por Robert Trent Jones Jr. situado en la bahía de Alcudia y que acaba de cumplir diez años. Espectaculares vistas al mar, mantenimiento impecable y gran restauración convierten a este club en uno de los más reputados de la isla, aunque sus greens den más de un disgusto. Como curiosidad hay que destacar que el dueño del campo es Hans Peter Porsche, nieto de Ferdinand Porsche, fundador de la famosa marca automovilística.

También estuvimos en Arabella Golf, un espectacular complejo a apenas diez kilómetros de Palma de Mallorca que cuenta con tres campos de 18 hoyos (Son Muntaner, Son Vida y Son Quint) y otro de 9 hoyos. Junto a la ventaja obvia de estar a tiro de piedra de la capital, la variedad de su oferta lo convierte en una visita ineludible para el aficionado al golf. Allí, los neófitos se iniciaron en el golf con un maestro de lujo, Toni Planells, técnico de los equipos nacionales, mientras los que ya teníamos cierta experiencia disfrutamos de los nueve primeros hoyos de Son Muntaner.

Después del golf aún quedaban ganas de disfrutar de un paseo por Mallorca y el grupo se repartió según sus inquietudes. Unos decidieron optar por la ruta gastronómica mientras que otros elegimos la ruta histórica de la mano de Merce, una guía magnífica que nos llevó a conocer los patios mallorquines, eje durante siglos de la vida en la capital, además de un buen número de galerías, centros de arte y rincones inolvidables del casco antiguo de la ciudad y que nos sirvieron para ver que no solo del castillo de Bellver y de la catedral o el palacio de la Almudaina vive el hombre.

Fernando, de Perdido en Mallorca, y nuestra guía Merce frente a uno de los patios más bellos de la capital

Fernando, de Perdido en Mallorca, y nuestra guía Merce frente a uno de los patios más bellos de la capital

Por supuesto, entre actividad y actividad tuvimos la oportunidad de disfrutar de una muestra variada y escogida de la propuesta gastronómica de la isla, desde la primera cena en Port Adriano a los desayunos en el hotel OD Port Portals, base de operaciones de la expedición, pasando por la cena en el Casino de Palma con la colaboración de Japonice, Hard Rock, Es Rebost y Ca Na Cati, a la gran comida final en el Iberostar Son Antem, última oportunidad para compartir charla y vivencias con todos los que tuvimos la suerte de participar en #MallorcaFeelings.

La iniciativa resultó exitosa en todos los frentes, ya que supo transmitir de manera fiel los valores turísticos, culturales y gastronómicos de la isla y ofreció un contundente altavoz para todos los implicados en la misma (se han superado los 30 millones de impactos en redes sociales), con lo que es muy probable que tenga continuidad.

Por último, aprovecho para mandar un saludo muy especial al equipo de Events&Feelings encabezados por Miquel Gelabert y Patricia Mandado (quien, por desgracia, no pudo participar en las actividades que con tanto cariño preparó a causa de una lesión) y un abrazo muy fuerte a todos los blogueros que ejercieron de pacientes anfitriones durante unos días que siempre llevaremos muy dentro.

3 comentarios a “More than a feeling”

  1. El 17 de noviembre de 2014 Los feelings que ha dejado el blogtrip #MallorcaFeelings - Viajero Digital | Viajero Digital ha dicho:

    […] Oscar Díaz: More than a feeling […]

  2. El 17 de noviembre de 2014 #MallorcaFeelings, un evento con mucha gastronomía | Comerfuera ha dicho:

    […] More than a feeling, de Óscar Díaz (Crónica Golf). […]

  3. El 8 de diciembre de 2014 #MallorcaFeelings una nueva manera de hacer turismo ha dicho:

    […] Oscar Díaz de Crónoca Golf: “More than a feeling” […]

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