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La técnica del juego corto en los greenes del Augusta National

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Daniel Colomar | 08 de abril de 2014

Una de las características que pasan más desapercibidas en el Augusta National son sus continuas ondulaciones. Desde el momento en que los jugadores pegan su golpe desde el tee de salida afrontan impactos con la bola más alta o más baja que los pies; lo mismo sucede cuando intentan aproximarse a bandera. Es la semana del Masters, sinónimo de greenes como cristales, duros, rápidos y movidos, la pesadilla de todo golfista que no tenga el juego corto excepcionalmente puesto a punto.

En este tipo de situaciones es imprescindible tener la habilidad y la delicadeza necesarias para que nuestros golpes de chip y pitch tengan un ángulo de lanzamiento más vertical, que aterricen con suavidad y no rueden descontroladamente. Para conseguirlo, necesitamos aprovechar el loft que el palo nos ofrece y cada grado de bounce a nuestra disposición. Por tanto, esa vieja idea de mantener las manos por delante de la cabeza del palo y la muñeca izquierda firme no nos va a ser de gran ayuda. Más bien al contrario, ese esquema va reducir el loft que entregamos al impacto haciendo que la bola salga demasiado tendida y, lo que es aún peor, vamos a desarrollar un ángulo de ataque excesivamente descendente, vamos a esconder el bounce del palo y aumentar exponencialmente las posibilidades de clavar el palo y pegar golpes pesados.

Para aprovechar mejor el loft del palo y, sobre todo, el bounce, necesitamos permitir que la cabeza del palo sobrepase las manos sin miedo. Eso suena a acucharar la bola y sin duda el movimiento de brazos y manos del que hablamos es muy parecido, si no el mismo. Las claves para evitar los filazos que sufren los principiantes y hándicaps altos las vamos a encontrar en la colocación y en la rotación del torso.

Esa suelta del palo, exponiendo el bounce y entregando un loft más alto, hace que el palo viaje más horizontal a través de la zona de impacto, así que vamos a añadir un par de elementos de verticalización para equilibrar la receta y asegurarnos un buen contacto con la bola, a la vez que le otorgamos la altura y suavidad que buscamos.

Posición de partida: stance estrecho, con el pie izquierdo rotado hacia el objetivo, torso abierto, el palo cogido un poco más corto y más cerca de la bola. Esta colocación previa sitúa elementos para una acción más vertical y el punto más bajo del arco por delante de la pelota, perfecto para un contacto limpio bola-suelo.

Qué no hacer (imagen de la izquierda): manos muy adelantadas y muñeca izquierda arqueada. Esta posición reduce el loft y aumenta el ángulo de ataque descendente. Ambos elementos contribuyen a una bola baja que rueda excesivamente. Lo que es peor, ese ángulo de ataque vertical junto con la utilización excesiva del filo de la cara del palo hacen muy exigente el impacto ya que en cuanto el palo toque la superficie tendrá tendencia a clavarse, favoreciendo golpes pesados.

Qué hacer (imagen de la derecha): la cabeza del palo está superando rápidamente las manos y la muñeca izquierda se está quebrando, ideal para usar todo el loft y el bounce de que disponemos. Esto se traduce en un ángulo de lanzamiento más vertical y una bola más suave cuando toca el green. Un ángulo de ataque más horizontal reduce la exigencia del contacto ya que el palo tiende a deslizarse por la superficie del suelo en vez de clavarse. Puedes comprobar tu finish para ver si efectivamente estás aprovechando todo lo que tus palos pueden ofrecerte en el juego corto.

Qué no hacer (imagen de la izquierda): La muñeca izquierda sigue arqueada, el brazo izquierdo está tenso y separado del costado, el torso ha rotado poco y la cabeza está clavada en el suelo.

Qué hacer (imagen de la derecha): La punta del grip apunta hacia el cuerpo del jugador, la muñeca izquierda quebrada y el brazo izquierdo flexionado, relajado y cerca del costado, indicadores fundamentales de que es la cabeza del palo la que ha trabajado a través del impacto. Las piernas no están inmóviles ni pasivas, sino que juegan un papel motriz fundamental (fíjate en la hebilla del cinturón para dos cosas: elevación de las caderas y orientación hacia el objetivo).

El movimiento, paso a paso

• Controla los elementos de tu colocación para, a través de ellos, situar previamente un punto profundo por delante de la bola: stance estrecho, pie izquierdo y torso abiertos, cerca de la bola y el palo agarrado un poco corto.

• Deja que la cabeza del palo trabaje y sobrepase las manos a través de la bola para aprovechar el loft y el bounce de tus palos.

• Mantén la energía fluyendo hacia el objetivo durante todo el swing: deja que el torso rote horizontal y deja que la cabeza se libere hacia el objetivo.

• Comprueba que todo ha salido bien: en el finish la punta del grip apunta hacia ti, la muñeca izquierda está quebrada, el brazo izquierdo flexionado y cerca del costado, y el torso ha acompañado el swing del palo y los brazos.

• Si añades estos sencillos elementos y un poquito de práctica, quizás antes de lo que piensas puedas estar tan bien preparado para jugar alrededor de los greenes del Augusta National, como Luke Donald.

Daniel Colomar es jugador profesional de golf y entrenador. Trabaja en Madrid en las escuelas de golf de Moon Masters y es copropietario y director técnico de la academia de golf NC en Alhaurín Golf.