Open Championship by Decathlon

Historias de la jarra de clarete

Redacción | 16 de julio de 2014

Como parte de la tradición asociada al Open Championship se encuentra la entrega de la jarra de clarete al ganador, quien la tiene bajo su custodia durante el año natural hasta la siguiente edición del Open. Durante ese año, el trofeo es sometido a innumerables manoseos, flashes de cámaras, viajes alrededor del mundo y sobre todo se usa para llenarla de casi cualquier cosa que se pueda beber.

El penúltimo en disfrutar del trofeo ha sido Phil Mickelson, quien aseguró en rueda de prensa el lunes que dentro de la jarra de clarete no se había derramado ningún licor barato, todo de calidad y que incluso pudo disfrutar del placer de beber una botella de vino Romanee Conti del 90 valorado en unos 40.000 dólares.

Sin embargo, el ganador de 2011, Darren Clarke, aseguró que el enorme respeto que tiene al trofeo le impidió verter ningún tipo de bebida dentro, aunque sí que se dedico a pulirla varias veces. “Se ensucia un poco con tanto toqueteo de la gente”, explicó Clarke que además reconoció que lo que más le gustó es enseñarla por todo el mundo a “gente que nunca iba a poder verla, como en Corea o en Coolum, Australia”.

Igual de respeto pero cambiando las prioridades tuvo Tiger Woods. Al contrario que Clarke, el estadounidense no sacó el trofeo de su casa en ningún momento ya que pensaba que “no es algo que te lleves por ahí. Old Tom Morris y el resto de campeones están ahí. Sí que disfruté de mis bebidas favoritas, pero en los tres años que la tuve no salió de casa”, declaró Woods,

Un poco de esa actitud le faltó a Tom Lehman, al que la policía despertó de madrugada cuando pensaban que la jarra de clarete había sido robada. La realidad es que el bueno de Lehman se la había dejado olvidada en un cena benéfica, Menos mal que Alissa Herron, una amiga de la familia y hermana del jugador Tim Herron, la recogió y se la llevó de marcha por ahí, hasta que alguien pensó que era raro que una joven estuviese con el trofeo de un major por los bares de la ciudad. Al final, el asunto quedó aclarado y la policía terminó haciéndose fotos con la jarra.

Además de la botella de 40.000 dólares, el preciado botín conoce una cantidad ingente de diferentes licores que han rellenado su cavidad, entre otros el champagne Crystal con el que Tood Hamilton celebró su victoria, un espumoso que cuesta 200 $ la botella.

Greg Norman también se apuntó al champagne en su victoria de 1986, mientras que Padraig Harrington cumplía la apuesta que tenía con su manager y vertía sobre la jarra una cerveza John Smith’s Smooth Bitter, aunque en los meses sucesivos el trofeo fue fundamentalmente usado como casa para contener mariquitas y otros bichos a petición de su hijo.

El que no tuvo reparos en rellenarla con casi cualquier cosa fue Stewart Cink. Lo primero en caer dentro de la jarra fue una Guinness, su cerveza favorita. A partir de ahí, Coca-Cola para los niños, vino, salsa barbacoa… todo ello bien retratado a través de su cuenta de Twitter. Solo faltó la foto con el trofeo encima de la tele.

Lo que no sabemos es si Cink dormía con la jarra tal y como hacía sir Nick Faldo, que cuando se levantaba por la mañana estiraba la mano en la oscuridad y decía «j**er, ¡es la jarra de clarete!”.

Pero quizás la anécdota más curiosa la tiene Tom Watson a quien, por error, le dejaron la auténtica jarra de clarete (no la réplica que se entrega al ganador cada año) después de su victoria en 1982 y mientras hacía un swing de prácticas la golpeó contra una mesa causando una buena abolladura al trofeo.

No penséis que cogió el teléfono, llamó a Escocia y dijo algo así como “St. Andrews, tenemos un problema…”, no. Los campeones están hechos de otra pasta así que Watson bajó a su sótano y, sujetando el trofeo en un torno, él mismo arregló el asunto. “Nadie notó la diferencia”, explicaba orgulloso el estadounidense, que seguro que esta semana se pasa por el museo a ver como quedó su apaño.

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: