La postergada victoria de Gonzalo Fernández-Castaño en el Barclays Singapore Open ha resultado especialmente dulce para el español por todas las circunstancias que han rodeado su temporada 2011. Como es lógico, el español estaba exultante en la rueda de prensa posterior al torneo.
“Ha sido una semana increíble, aunque muy larga. He tenido un año muy complicado, ya que la lesión de espalda me ha mantenido fuera de los campos durante seis meses. Cuando regresé, solo quería volver a jugar bien. Resulta asombroso lo que he logrado durante el último mes, y ganar el Barclays Singapore Open es la guinda del pastel”.
“Lograr el título ha sido un gran alivio tal como jugué ayer, después de desperdiciar cuatro golpes de ventgaja”, añadió el madrileño. “Ha sido un año duro y me he quitado un peso de encima. Llevaba tres años sin ganar y esto significa mucho para mí”.
Después de la sensación de alivio, tocaba recapitular lo ocurrido durante la “mañana de autos” y la noche previa. Noche de insomnio, como era de esperar.
“Ha sido una mañana dura… igual que la noche, ya que no pude dormir mucho. Probablemente no he estado más nervioso en un campo de golf. Es una sensación extraña. He ganado cuatro veces en el Circuito en playoff, pero nunca he estado tan nervioso. Creo que la primera suspension del playoff me vino bien”, confesaba Fernández-Castaño.
“Notaba la presión y conseguí controlarme. Tuve suerte. Juvic tiró un muy buen putt en el primer hoyo de desempate y merecía haberlo embocado”.
“Los playoffs se me daban bien, pero hace un par de años perdí tres de cuatro, aunque no me quejo. He ganado cinco veces en el European Tour y cuatro de esas victorias llegaron en desempates”.
En el momento del triunfo, Fernández-Castaño también aprovechó para recordar sus peores momentos y las dudas que surgieron a raíz de su lesión.
“No sabía si estaría tan fino al regresar. No sabía si volvería a estar en forma. Estuve a punto de operarme de la espalda. Si tienes algún problema en la zona, pregúntame porque conozco a todos los especialistas. Mi objetivo era ponerme en forma y ver si era capaz de jugar otra vez, y después solo quería jugar como antes. Los dos primeros meses fueron muy difíciles, pero veía que mi juego mejoraba. El mes pasado ha sido increíble. Sexto en Madrid, segundo en Castellón, decimosegundo en Valderrama y la victoria aquí”.
El apoyo de su familia y amigos ha sido fundamental en los momentos más complicados, pero Gonzalo Fernández-Castaño también quiso acordarse de su caddie.
“Mis familiares, mis amigos y, sobre todo, mi esposa han sido básicos. En los seis meses de la lesion estoy seguro de que he sido un incordio. Para ella ha sido difícil ver que no podía ir al campo de golf y que no hacía más que quejarme. Hay que reconocerle todo el mérito”.
“También quiero darle las gracias a mi caddie. Ha sido increíble al quedarse conmigo. Me llamaba todas las semanas durante mi lesión y me decía que no me preocupara, que me estaría esperando. Fue impresionante la labor que hizo ayer al apoyarme”.
Volviendo al torneo, Gonzalo, previsor como pocos, se veía venir un posible desenlace el lunes dados los antecedentes meteorológicos en Singapur. Aun así, respondía con ocurrencia cuando le preguntaban si alguna vez había visto algo tan extraño”.
“Sí, cuando vives en España ves muchas cosas raras. Lo de esta semana ha sido diferencia. Ya había jugado dos veces este torneo y sabía lo que nos esperaba. Reservé mi vuelo de vuelta para el lunes por la noche, ya que sabía que el torneo acabaría el lunes. Es un torneo excepcional, Barclays hace un trabajo de primera y es uno de los mejores campos del mundo”.
Volviendo al playoff y al final del torneo, Fernández-Castaño volvía a reconocer que tuvo suerte con el primer putt de Pagunsan.
“Estaba muy nervioso en mi primer putt. Y tuve suerte de que él fallara el suyo. Jugó un gran torneo y es un gran golfista. Lo conozco porque estuvo peleando por el título cuando Olazábal ganó en Hong Kong. Lo vi por televisión y pensé que era buenísimo”.
“El putt probablemente sea mi talón de Aquiles, pero creo que he mejorado mucho. Aun así, en el fragor de la batalla puede pasar cualquier cosa”.
Tras la reanudación del playoff, toda la presión, que ayer se repartía a lo largo de una vuelta entera, quedaba reducida a un hoyo… e incluso a un solo golpe. Gonzalo relataba las diferencias.
“Nunca he sentido la presión que note ayer. Nunca he liderado un torneo con cuatro golpes de ventaja a falta de nueve hoyos. Espero haber aprendido de la experiencia”, apuntaba el madrileño.
“Hoy era más una situación de matchplay. La gente dice que todo se reducía a un golpes desde 70 yardas, pero lo cierto es que podíamos habernos tirado todo el día jugando el 18. Ya me pasó en The Belfry”.
Y después de todo lo logrado, era inevitable preguntar al español por la Ryder.
“No he pensado nunca en los puntos de la Ryder”, añadió. “Solo quería recuperarme de la lesion y volver a jugar bien. Lo que he logrado hasta esta semana ha sido asombroso y ganar el título es increíble”.
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