PGA Championship

El trofeo Wanamaker, el legado del PGA Championship

Manuel Migueles | 10 de agosto de 2014

En febrero de 1916 se celebró en el Taplow Club (Nueva York) un exclusivo almuerzo donde Rodman Wanamaker, empresario y filántropo, propuso la formación de una asociación profesional para los golfistas de los Estados Unidos, y de esa reunión surgió la PGA of America, una de las más importantes organizaciones golfísticas en la actualidad. A este encuentro Wanamaker invitó a 35 golfistas (entre ellos el famoso Walter Hagen) y algunos prominentes empresarios que serían decisivos para esta creación.

Esta charla sentó las bases del actual US PGA Championship, pues el discurso de su promotor hizo mella en los asistentes, que entendieron la necesidad de crear un torneo anual para todos los golfistas profesionales. La propuesta del empresario estadounidense no se quedó en una mera idea, ya que ofreció 2500 dólares, varias medallas y un trofeo para promover la organización de la prueba. La iniciativa de Rodman Wanamaker llegó a buen puerto y siete meses después, en octubre de 1916, se celebraba en el Siwanoy Country Club ede Bronxville (Nueva York), la primera edición del PGA Championship.

Rodman Wanamaker, un importante magnate de los grandes almacenes, era un activo empresario interesado en diversas ramas de la vida pública y de ocio de los Estados Unidos. Con su fortuna ayudó a desarrollar las artes, los periódicos, la aviación y diversos deportes, pero el golf era su debilidad. Su aportación al mundo del golf quedará grabada para la historia, con su papel fundamental en la creación de la PGA y del torneo que la representa.

En honor a tan importante labor dicha asociación decidió bautizar el trofeo otorgado al campeón del US PGA Championship con el apellido del empresario estadounidense. Esta copa de plata fue una de las donaciones que realizó Wanamaker, un galardón que con el paso de los años adquiriría una gran importancia.

El trofeo Wanamaker siempre será recordado por los avatares que ha sufrido a lo largo de su historia y por su voluminoso diseño. El premio pesa más de doce kilos y mide 71 centímetros de alto y más de 68 del extremo de un asa hasta el otro, lo que le convierte es el trofeo más grande de los que se entregan en los cuatro grandes de golf.

La copa está íntimamente ligada a Walter Hagen, pero no solo por los éxitos obtenidos por este gran golfista en el PGA Championship, reflejados en sus cinco títulos. El primer profesional de golf de la historia (en el sentido moderno de la palabra) protagonizó una curiosa anécdota relacionada con el trofeo.

Walter Hagen consiguió imponerse cuatro veces consecutivas en el campeonato de la PGA, entre 1924 a 1927, pero la victoria de 1925 y su posterior celebración será recordada por sus curiosas circunstancias. Tras proclamarse campeón, el golfista se dirigía en taxi al hotel con el trofeo, pero de camino se encontró a unos amigos que iban de celebración. Hagen decidió acompañarlos en su paseo nocturno y le encargó al taxista el traslado del objeto hasta el hotel. La copa no llegó a su destino, pero dicha acción paso desapercibida hasta la celebración del torneo el año siguiente, cuando Hagen no presentó el trofeo en la final alegando que no iba a perder, por lo que el traslado de la copa era innecesario.

Así ocurrió durante dos años, hasta que en la final de la edición de 1928 Leo Diegel batió a Walter Hagen. Tras ser derrotado, el excéntrico golfista alegó haber perdido el trofeo y la PGA tuvo que hacer una réplica de éste para que el nuevo ganador pudiese disfrutarlo ese año. El galardón original lo encontró un trabajador de una empresa de limpieza en 1930 y casualmente apareció en el sótano de la corporación L.A. Young & Company, fabricantes de palos de la marca Walter Hagen, en Detroit.

Desde el hallazgo del trofeo original donado por Rodman Wanamaker, la PGA decidió guardarlo en su sede de Port St. Lucie (Florida) y que a los futuros ganadores del campeonato se les entregara la réplica realizada en 1928. Al igual que su antecesor, el ganador conserva durante un año la copa acompañada de una réplica de menor tamaño (que será suya de por vida), una medalla de oro y el correspondiente montante económico. Al segundo clasificado se le entrega una medalla de plata y una medalla de bronce para el profesional de club que se impone en la fase de clasificación para el PGA Championship.

Medallas, un curioso e importante trofeo y la decidida e inexorable intención de Rodman Wanamaker hicieron posible crear uno de los majors con más historia del mundo del golf. Un empresario que se empeñó en invertir en el futuro de un deporte y de una asociación que haría historia. Sin duda, el golf es hoy más importante gracias a Rodman Wanamaker y a su preciado trofeo.

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