Abrazados con sentimiento en señal de respeto, admiración y reconocimiento, José María Olazábal y Miguel Ángel Jiménez, los dos grandes iconos del golf español en la actualidad, expresaban sin tapujos, con lágrimas resbalando por sus mejillas, su homenaje al más grande, a Severiano Ballesteros, un adiós anunciando a lo largo de la segunda jornada y certificado en la madrugada del 7 de mayo, una despedida elegante, entre jornada y jornada de un Open de España que es como es en la actualidad, grande y prestigioso, gracias a la contribución del legendario golfista cántabro, un ejemplo de lucha y tesón reconocida universalmente.
Por si fuera poco, desde el cielo, unas tímidas gotas de lluvia se sumaban al sentido homenaje de todos cuantos están disputando y presenciando este Open de España, una muestra añadida de tristeza que se ha extendido por todos los rincones del planeta.
Muestras de adhesión y reconocimiento de las personas de los más diversos ámbitos han inundado las redacciones de los medios de comunicación del mundo entero, constatando la importancia de un golfista que excedió por méritos propios los límites de su Pedreña natal para expandirse por todos los lugares del mundo.
Y es que Severiano Ballesteros, como sólo pueden hacer los más grandes, es de los pocos capaces de escribir las páginas de la historia, de la historia del golf, de la historia del deporte, de la historia de una generación de luchadores a la que glorificó con unas acciones tan maravillosas como inesperadas. Genial es el resumen escueto pero preciso necesario para definirle.
Banderas a media asta, crespones negros, minuto de silencio, sentidas declaraciones de reconocimiento, decenas y decenas de detalles llenaron cada uno de los rincones de este Open de España para el recuerdo, un acontecimiento histórico que Severiano Ballesteros se ha permitido disputar con todo merecimiento.
No en vano, el espíritu de Severiano Ballesteros, el más grande, sobrevoló el Open de España por completo, del que se ha adueñado casi desde su mismo comienzo. Todos aquellos que tienen opciones a ganar el título gozan por ello de un hermoso aliciente añadido, ganar el Open de España de Severiano Ballesteros, este Open que abrillanta su currículo personal en tres ocasiones (1981, 1985 y 1995) y al que ahora opta, sobre todo, el sudafricano Thomas Aiken, quien aprovechó esta jornada jalonada de extremos sentimientos para adquirir una ventaja un poco más grande con respecto a sus más inmediatos perseguidores, dos golpes de ventaja con sólo 18 hoyos por delante sobre un cuarteto en el que se encuentra Pablo Larrazábal, los que tienen más opciones de decir, dentro de unas horas, “va por ti, Seve, el más grande”.
El luto marca la jornada
La tercera jornada estuvo ineludiblemente marcada por las muestras continuas de condolencia por la muerte de Severiano Ballesteros. El Real Club de Golf El Prat vivió un emotivo minuto de silencio en el que autoridades, jugadores, organización, prensa y aficionados mostraron un respeto reverencial. Con el presidente de la RFEG, Gonzaga Escauriaza, como testigo de excepción, Chema Olazábal y Miguel Ángel Jiménez se fundieron en un emocionado abrazo que cerró el acto. Como no podía ser de otra forma, las banderas ondearon a media asta y los jugadores lucieron crespones negros durante su vuelta.
Aspirante Wattel
El Open de España está dando a conocer a los aficionados locales a una de las figuras del futuro… y del presente, el francés Romain Wattel. Con sólo 20 años y apenas unos meses en el Circuito Profesional, este jugador de Montpellier es tercero en la clasificación a tan solo dos golpes del líder, Thomas Aiken. No ha jugado ningún día sobre par (vueltas de 67, 71 y 72 golpes) y cuenta con la motivación de conseguir su primera gran victoria. 2010 fue un año fantástico para él, ya que ganó el Mundial amateur con su país, se pasó a ‘pro’, obtuvo la tarjeta del Circuito Europeo —precisamente en Cataluña— y ganó una prueba del Challenge. En El Prat está subiendo un nuevo escalón en su meteórica carrera.
Cévaer, Fasth… a por su segundo título
Varios golfistas aspiran a conseguir su segunda corona en el Open de España en la jornada del domingo. El que, sobre el papel, más factible lo tiene es el francés Christian Cévaer, ganador en Fuerteventura 2004, que marcha en la décima posición con -3. Un golpe más suman el sueco Niclas Fasth, ganador en San Roque 2006, y el irlandés Peter Lawrie, vencedor en Sevilla 2008. Otro francés, Thomas Levet, recordado por su triunfo en Girona 2009, marcha con -1, al tiempo que el inglés Kenneth Ferrie, ganador en Costa Adeje 2003, va al par. Cierra la nómina de aspirantes al bicampeonato Colin Montgomerie, triunfador en Madrid 1994, aunque su +1 le haya conducido al puesto 32.
Hoyos benditos, hoyos malditos
Aunque todo dependerá de la colocación de las banderas en la jornada final, una ojeada a lo que ha ocurrido en las vueltas disputadas permite una conclusión clara: el birdie más barato es el del hoyo 2. De los 16 primeros clasificados, nueve se apuntaron un golpe menos en este par 5 en la tercera jornada, aunque curiosamente fue el 18 el que más eagles recibió, tres a manos de Chris Wood, Nicolas Colsaerts y George Murray. El capítulo de hoyos malditos lo abren el 11, un trabajado par 3, y el 6, un par 5 que el sábado ‘coleccionó’ seis doblebogeys. ¡Atención aspirantes al título! En estos puntos estratégicos es donde se puede ganar o perder el torneo.
Fuente: Miguel Ángel Caderot (Director de Comunicación RFEG)
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