Un putt de un metro en el hoyo 18 del Wack Wack Golf & Country Club era todo lo que necesitaba Carlos Pigem para jugar, una vez más, el fin de semana en un torneo del Asian Tour. Lo había conseguido en los cuatro torneos que había disputado en 2013, los primeros de su carrera en este circuito, y después de firmar 78 golpes en la primera jornada se había creado otra oportunidad de conseguirlo. Era solo un metro para una vuelta de 73 impactos, en un día en el que el viento elevó los resultados sobre par considerablemente, pero Pigem falló.
Así es el golf, debió pensar al ver que se quedaba fuera por un margen tan pequeño. Este descanso obligatorio podría, sin embargo, tener sus consecuencias positivas en el corto plazo. El ilerdense ha jugado todos los torneos que ha podido esta temporada y la semana que viene llegará a El Saler para disputar el Open de España, una de las pruebas más exigentes que afrontará a lo largo de todo el año. Llegar fresco tanto física como mentalmente será un requisito imprescindible para rendir a buen nivel y esta breve pausa en su progresión podría favorecer a sus opciones en Europa.
Solo hombres quedan bajo par en el Solaire Open, cuatro de ellos empatados en primera posición con un acumulado de menos dos: los tailandeses Sriroj y Tannin, el australiano Matt Jager y el chino Wen-tang Lin. Gi-whan Kim, Richard T. Lee, Ingkhapradit y Elmer Salvador les siguen a solo un impacto de distancia.
Condiciones muy duras en Manila en un evento que repartirá trescientos mil dólares en premios el domingo. Séptima prueba de la temporada. La siguiente, dentro de dos semanas, será el Ballantine’s Championship en Corea del Sur, cosancionado con el Circuito Europeo.
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