Carlota Ciganda, Azahara Muñoz y Beatriz Recari fueron protagonistas en una jornada histórica para la Solheim Cup, un 4-0 en los fourballs vespertinos que han allanado el camino a una posible primera victoria de Europa en Estados Unidos. Ciganda y Muñoz lograban un triunfo heroico ante Stanford y Piller, mientras que Beatriz Recari y Karine Icher se imponían a las rocosas Kerr y Pressel en un partido que ponía un extraordinario colofón al día y un gran 10,5 a 5,5 en el marcador. Poco antes de que comience la jornada definitiva de individuales, no es mal momento para recordar las declaraciones de las tres gladiadoras españolas.
Sobre el cansancio de una jornada agotadora: “Después de nueve hoyos le dije a Carlota que tenía ampollas en los pies. Estaba muy cansada y Carlota me dijo: «Venga, sigamos. Está muy igualado y tenemos que ganar nuestro punto». Al final metió un montón de buenos putts y lo conseguimos. Hacer birdie en el 18 no es fácil, es un hoyo complicado”, explicaba Azahara Muñoz nada más acabar.
La reacción de Ciganda a partir del hoyo 10: “No me sentía muy cómoda, pero he intentado luchar hasta el final y darlo todo. Me encanta Europa, me encanta ganar y me encanta vencer a las americanas. Y mañana vamos a ganar. Estoy encantada de jugar con Azahara y ha sido estupendo ganar en el último hoyo”, declaraba Carlota Ciganda. “Tenía… ni me acuerdo… un hierro 7 e intenté acercarlo todo lo posible. Tuve un poco de suerte con los botes y luego metí el putt para ganar el partido. Me alegré muchísimo por ganar el punto para Europa y por hacerlo jugando con mi amiga Aza, porque la quiero y nos encanta jugar juntas”.
La química de dos amigas, en palabras de Azahara Muñoz: “Es mi mejor amiga desde que éramos pequeñas. Conocí a Carlota cuando tenía ocho y yo once. Y en el equipo español siempre jugábamos juntas los foursomes. Es estupendo tener ahí a tu mejor amiga y poder apoyarte en ella. Y creo que también le vino bien a Carlota, porque me dijo que estaba un poco nerviosa y no sé, pero creo que por eso ha jugado así de bien al final, porque se siente cómoda cuando estoy con ella y es genial que juguemos juntas. Nos encanta. Ayer Lotta me dijo que iba a jugar 36 hoyos y yo le dije que quería jugar con Carlota y nos puso juntas”.
La unidad del equipo europeo: “Yo soy novata y al llegar no sabía qué iba a pasar ni cómo iban a ser las cosas. Las europeas llevamos mucho tiempo jugando bien y siempre se nos ve en las clasificaciones”, indicaba Beatriz Recari. “No sorprende que lo estemos haciendo tan bien porque hemos forjado una gran relación desde que llegamos el domingo. No empezó el viernes, sino el domingo. Y eso ha marcado la diferencia. Nos hemos animado tanto, nos hemos apoyado mutuamente tanto desde el principio que al final sacas tu mejor juego y obtienes un resultado. No es una coincidencia”, terminaba la navarra.
La influencia del público: “Cuanto mejor juguemos, más callado estará el público. Al principio íbamos dos abajo y el público armaba bastante follón, pero luego hicimos un par de birdies en el 8, yo metí un chip en el 9 y Carlota metió un gran birdie en el 10, y luego en el 11 y el 12…”, indicaba Muñoz. “Nos decíamos: vamos a meter putts para callar al público. Y, si te soy sincera, cada vez que oigo USA, me pongo a cantar mentalmente Europe. Así pienso que siempre me están animando. Te lo juro. Llevo haciéndolo toda la semana. Y por ahora funciona”.
Los nervios del estreno: “Ayer fue mi primer día, mi primera Solheim Cup, y cuando fui al primer tee pensé «Dios mío, menuda locura». Jugar con Suzann fue genial porque es muy competitiva y te hace jugar mejor”, indicaba Carlota.
El planteamiento de cara a los individuales: “Tenemos que centrarnos en nuestro juego e intentar ganar cada punto, y si podemos ganar por 10 o 12, mucho mejor”, enfatizaba Carlota Ciganda.
“Tenemos que ganar. Todas tienen que ganar su punto. Da igual por cuánto ganemos ahora; si todo el mundo gana su punto, lo conseguiremos”, remataba Azahara Muñoz. “Las americanas son docemagníficas jugadoras y podrían ganarnos y llevarse la copa. Es genial contar con una gran ventaja, pero mañana tenemos que jugar como si fuéramos perdiendo o empatadas o ganando, da lo mismo”.
La importancia de la capitana: “Es un honor tenerla como capitana. Jamás olvidaré esta primera Solheim Cup con ella como capitana. Es muy amable e inspiradora y siempre se muestra accesible. Siempre puedes ir a plantearle cualquier duda. Ha facilitado a todas la transición a este tipo de formato, tanto a las novatas como a las demás. No solemos jugar torneos por equipos, jugamos uno cada dos años, y era mi primera experiencia. Me lo puso muy fácil y es tan amable, tan buena persona, que es un honor tenerla como capitana”, insistía Beatriz Recari.
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